Crónicas de Pegoland

La luz de la calle

El alumbrado público es, en realidad, público-privado. Si el amable comerciante o el Inditex de turno deja las luces del escaparate encendidas se ve. Si no, pues no

La plaza de Las Tendillas durate la noche Valerio Merino
Rafael Ruiz

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De las cosas malas de este tiempo, la peor es el cambio de hora. Ese fin de fiesta en el que a las seis de la tarde ya es noche cerrada y se depende de la macilenta luz de las farolas de Córdoba, que ya os vale en el Ayuntamiento. Yo no sé qué pasa últimamente, pero se anda a tientas por las calles, en una especie de neblina perpetua . Los técnicos de la cosa dicen que es que hay que cumplir reglamentos europeos , porque Europa es muy sufrida como excusa permanente, pero es que se come uno los muy variados agujeros de la calle Nueva donde, estimado alcalde, no se ve un ciruelo liado en un trapo.

Salir a la calle a la hora previa al telediario es constatar las propias debilidades, todos discapacitados visuales. Los niños se separan de las manos de los padres y los reconocen por la voz, porque a la carita no llegan. Las novias le hacen carantoñas al novio que no es . Los de los patinetes se comen a los peatones porque allí nadie ve nada y porque siempre van a contramano. Sin ir más lejos, a mí me confundieron hace unos días con el párroco del Realejo y, por no llevar la contraria, repartí un par de bendiciones en latín. Que no se diga que uno no pone de su parte o que las letras puras no sirven para nada.

El alumbrado público es, en realidad, público-privado . Si el amable comerciante o el Inditex de turno deja las luces del escaparate encendidas se ve. Si no, pues no. En esas condiciones, la hostelería y el comercio local deberían pasarle la factura al Ayuntamiento porque ellos hacen lo que el Ayuntamiento debería. Pasa uno por Gondomar y tiene que poner los ojos achinados -por mero exceso de luz- después de la experiencia de las Tendillas , donde se mete uno en los chorritos aunque no quiera. A los turistas los mandamos por donde no es pero no por maldad, ni por echarse unas risas, ni por vicio. Es porque no se ve.

Muy bonito todo lo de la eficiencia energética , lo del bajo consumo y las luces led, pero el alumbrado debería, en primer lugar, alumbrar lo justo para no caerse. Pero tranquilos, cordobeses, que nos están poniendo ya el espectáculo de luz de la calle Cruz Conde. Este año con más luces y más canciones de Miliki que ningún otro. Dos de cada tres ópticos recomiendan asistir con gafas de sol para que no haya desprendimientos de córnea vista la falta de costumbre de ver por dónde se anda.

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