Depende
El casco
Contenedores y edificios ruinosos: se sigue observando una dejadez excesiva
Córdoba tiene la fortuna de contar con un casco histórico fastuoso. Declarado Patrimonio de la Humanidad y uno de los mayores de Europa, es extraordinario. Pero tiene también la desgracia de no haber sido capaz en los últimos años de lograr un gran acuerdo para adoptar las medidas imprescindibles para hacer del casco algo más que un reclamo turístico, que no es poco, pero que no es suficiente. El casco ha de ser, también, habitable , confortable para sus habitantes y un revulsivo económico que no quede limitado al ámbito de ese turismo que hoy añoramos.
Pasear por el casco es un placer extraordinario. Pero hacerlo por algunas de sus calles traslada en apenas segundos del disfrute al bochorno. Hay, seguro, buena voluntad pero sigue observándose una dejadez excesiva: contenedores plantados en el medio de la magnífica plaza de Maimónides; ruinosos edificios dando la bienvenida a quien pretende acceder al Palacio de Orive; multitud de solares semi abandonados, unos por desidia de sus propietarios y otros ante la impotencia de los mismos al ver que los proyectos que plantean no logran ser aprobados; proyectos culturales como el Festival de las Callejas ninguneados.
Multitud de casas antes habitadas se encuentran desocupadas ante las incomodidades crecientes de movilidad o por las numerosas limitaciones a la hora de dotar de un confort razonable a sus viviendas: ¿es razonable prohibir una alberca en la azotea de una casa del casco?; ¿no estaremos sublimando el concepto peatonalización en detrimento de quienes allí viven?; ¿se atreverá alguien a proponer unas ordenanzas sensatas y valientes que alienten la vida en el casco?; ¿se reconocerá que las recetas de la izquierda contra la llamada gentrificación han resultado un fracaso y se plantearán alternativas o se hará seguidismo de ellas?
Esta legislatura se inició con la creación de una concejalía específica del casco histórico que no ha cuajado por diversos motivos: falta de medios , cicatería en la atribución de funciones y confusión competencial. Poco se ha avanzado respecto a la gestión anterior pese a las buenas intenciones. Quien consiga esa transformación obtendrá un logro de primera magnitud. Confiemos que en algún momento, como ocurrió durante el mandato de José Antonio Nieto, se sitúe entre las prioridades del Ayuntamiento .
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