Rafael Cervantes, autor del cartel de la Feria de Córdoba: «Creo que no voy a volver a dibujar uno»

Es injusto que la imagen de Rafael Cervantes se haya visto envuelta por la polémica del cartel de mayo de este año, porque es un artista con una trayectoria tremendamente honesta y amplia y sobre todo, como dicen todos sus amigos, es una excelente persona. Desde luego que sobre gustos no hay nada escrito y que no hay obligación de compartir la visión que un artista trata de plasmar con su obra, pero si la crítica popular te pilla en la época de las redes sociales todo se torna amplificado y en ocasiones, hasta cruel. De todas maneras, el artista atiende con una sonrisa grande y con el aspecto del marinero que ha sabido campear el temporal mediático, marejadilla que ha tenido un repunte al inicio de esta semana de Feria.

Su mujer, Carmen, es quien ha servido de modelo para el cartel de este año y se ha llevado un repaso considerable. ¿Le seguirá hablando? «Me sigue hablando y no sólo no me lo ha tenido en cuenta sino que está dispuesta a seguir siendo mi modelo », cuenta Cervantes, que añade que «a mí me ha afectado más, porque es la imagen del cartel y me ha dolido por ella. Y ha sido mi esposa la que ha intentado animarme a mí en todos estos días de ruido».

La polvareda levantada por el cartel, de hecho, ha acabado por unirles más. «Yo le pregunté a ella si quería que la pintase, porque ella representaba el tipo de mujer que yo quería plasmar en el cartel y estuvo encantada», recuerda. Cervantes no se arrepiente de haberlo hecho: «Es lo que quería dibujar, y quité algún detalle incluso para que no chocara demasiado con esa visión tradicional: ella en la mano llevaba un teléfono móvil, porque a la Feria se va también en vaqueros, con un móvil, el DNI y algo de dinero ».

Eso sí, al artista, que se define como poco feriante, la polémica suscitada por el cartel de las fiestas de mayo le ha llevado a tomar una decisión: « Creo que no voy a volver a dibujar uno ».