El Norte del Sur

El pinchazo

Ni el protagonista de la noche fallida ni su equipo se han dirigido a sus admiradores para lamentar lo sucedido

Loquillo en el comienzo de su actuación en Córdoba, que tuvo que suspender por una afonía Rafael Carmona
Rafael Aguilar

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Pero, hombre, esto cómo va a ser. Cuando las cosas se estaban enderezando va y pincha el más rockero entre los rockeros , que además de inmortales sabemos ahora que también son humanos. «Para», le pidió Loquillo , seco y tajante, al lugarteniente de su banda cuando no había acabado la tercera canción de su concierto de este sábado en La Axerquía , que era ‘Territorios Libres’. Una orden es una orden, y más de este tipo duro, que sin dar explicación alguna se fue por su pie del escenario al camerino, donde le atendió un equipo de sanitarios.

Así que se hizo el silencio y el público, que había escuchado solo ‘Los buscadores’, que abrió la actuación, y ‘El último clásico’ confió al principio en que la cosa iba a ser un contratiempo menor, y que el Cadillac, con rubia o sin rubia en el asiento de atrás, seguía viniendo de camino. Pero no.

Un golpe de calor, se excusó al principio el círculo de confianza del artista, y al rato, cuando el escenario llevaba ya demasiado tiempo a oscuras, saltó el parte definitivo de la afonía.

Hombre, a todo el mundo le puede pasar, una mala noche la tiene cualquiera, pero escuece que esta gente legendaria se quede sin voz y más ahora que llevábamos tanto esperándola. Que las estrellas o los mitos se las vean con situaciones que los conviertan en personas de carne y hueso que se cansan o que no pueden con su cuerpo los humanizan y también los retratan.

Lo digo como lo pienso, y a fe que lo siento: a las cuatro y media de la tarde de este domingo en el que escribo, el día siguiente al concierto malogrado, ni el protagonista de la noche fallida ni su equipo se han dirigido a sus admiradores para explicarles cómo se encuentra o para lamentar lo sucedido y mandarles un abrazo, o permitirles que se lo manden a él.

Lo poco que sabemos es lo que contó la organización del Festival de la Guitarra por la megafonía la madrugada de la cita malograda, y justo en el momento en el que el personal pensaba que iba a estar coreando ‘La mataré ’ o ‘Feo, fuerte y formal’.

Una vez, y no hace mucho, Joaquín Sabina se cayó de un escenario en Madrid cuando estaba cantando con Serrat y el percance obligó a suspender el espectáculo: antes de irse al hospital el de Úbeda salió en una sillita después del leñazo a disculparse por el contratiempo y a tranquilizar a sus seguidores. Igualito.

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