El Norte del Sur
Entretiempo
Esas cintas de cordón policial le quitan toda la gracia a los claveles rojos que flotan en el agua: rebajan a un ‘scalextric’ la sutileza que aquello quiere expresar
![Instalación de Flora en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2021/10/18/s/opinion-aguilar-entretiempo-kcv--1248x698@abc.jpg)
Si no me equivoco, en el salón de la casa del personaje que interpreta Penélope Cruz en la última de Pedro Almodóvar hay colgada la reproducción de un cuadro de Julio Romero de Torres . La protagonista lúcida y a veces atormentada de ‘Madres paralelas’ fuma a deshoras en el sofá a ver si se aclara con su vida y encima de ella hay otra mujer morena y de mirada profunda, intensa, enigmática a la que el pintor de la plaza de Potro, en la que ayer por la mañana no cabía ni un alfiler, retrató quizás en el mismo estudio en el que la productora norteamericana Fox le grabó unas imágenes en 1925 .
La película, que se deja ver con mucho gusto pero que a mí me da que no pasará a la historia del cine como de las mejores del manchego, hace de la memoria histórica su argumento principal. En Córdoba aparecieron hace unos días unos cadáveres de personas represaliadas en el cementerio de La Salud , y este fin de semana la Iglesia ha beatificado a 127 mártires . Ayer, en la misa de doce en la Catedral, escuché el nombre de esas víctimas de la Guerra Civil : alguien leyó la relación entera durante el oficio.
Afuera, en el Patio de los Naranjos en el que el jardinero del Papa Francisco toma notas para introducir los cítricos en las zonas verdes del Vaticano, la gente se apiñaba para sacarse un autorretrato en el canal con pétalos que el jefe de los parques de la Reina de Inglaterra ha traído para Flora: la sensación que a uno le puede es que hay demasiado ruido para tan pocas nueces.
En la calle Tinte, en la Ribera, no era necesario esperar colas a la hora de comer para ver el patio, que estaba tan espléndido como siempre, como la Casa de las Campanas o el domicilio de Rafael Barón en la calle Pastora . Hay veces que la belleza no necesita adjetivos: Viana es siempre deliciosa porque es Viana, no porque haya en el Patio de las Columnas un cono de bambús.
Esas cintas de cordón policial de accidente de tráfico rodeando la propuesta vegetal del podador del Palacio de Buckingham en el antiguo patio de las abluciones de la Mezquita le quitan toda la gracia a los claveles rojos que flotan en el agua: rebajan a un ‘scalextric’ la sutileza que aquello quiere expresar. Y a todo esto la capital vecina - Sevilla , sí, Sevilla- se estremece en sus barrios menesterosos porque un Señor salido de la cabeza y de las manos portensosas de un cordobés va y saluda a sus vecinos.
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