Economía
Rabanales 21 se abre en Córdoba a más industrias con nuevas normas
Modifica la regulación de las parcelas de I+D para que puedan entrar otras empresas
Cinco años después de que fuera formulada por el equipo técnico redactor, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba ha abierto al procedimiento de información pública el cambio en las normas que regulan las implantación de empresas en el parque tecnológico con el objetivo de abrirse a nuevas empresas.
El procedimiento inició su camino en 2018 y, por el retraso que acumulan los expedientes urbanísticos , no ha iniciado los trabajos propios de la aprobación inicial hasta estas semanas, cuando se podrán presentar las alegaciones oportunas por parte de los perjudicados.
El fondo del procedimiento urbanístico es el de liberar a Rabanales 21 de una especie de normativa interna con la que se dotó para que no fuese un polígono industrial al uso. El tecnoparque, actualmente en concurso de acreedores, inició su camino mediante un fragmentación soviética de las distintas partes (investigación, investigación y desarrollo, producción).
La realidad es que las empresas interesadas se encontraban con que las normas previas no se amoldaban a sus circunstancias o que los usos no acababan de encontrar hueco en el mercado. La primera decisión en esta materia fue la de remodelar una gran zona de producción para hacerla compatible con una gran superficie comercial.
En el caso de las parcelas calificadas como de investigación y desarrollo, se mantendrá la parcela mínima de 1.000 metros cuadrados y las fachadas de 20 metros de longitud. Lo que cambia es que, hasta el momento, solo estaban permitidos el desarrollo de industrias de segunda categoría y ahora se aplicarán las normas vigentes hasta la tercera.
La nueva normativa permite hasta seis plantas de construcción y 25 metros de altura
La diferencia entre la segunda y la tercera categoría es que las primeras son todas aquellas que son compatibles con los entornos residenciales mientras que las terceras son las que obligatoriamente han de establecerse en un polígono industrial por la capacidad de generación de residuos .
En este caso, además, se ha establecido un régimen de construcción concreto que permitirá que, en las grandes parcelas, construir en forma de torre. La nueva normativa en proceso de aprobación permite hasta seis plantas y 25 metros de altura. Una de las claves de estas parcelas es que ademiten una gran cantidad de usos complementarios que van desde la creación de empresas sanitarias a hospedajes.
En caso de las parcelas de producción con investigación y desarrollo, se plantea una apertura de miras con el objetivo de captar nueva clientela para la adquisición de suelo . También se permitirá la industria de tercera categoría que es toda aquella que, por su actividad molesta, tiene que establecerse ajena a zonas residenciales pero dentro de núcleos especializados como parques de empresas . El proyecto urbanístico realiza pequeños ajustes en el parcelario con el objetivo de que coincida el desarrollo de la nueva ordenación con el reparto de parcelas que se encuentra escrito en el Registro de la Propiedad.
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