Desde mi rincón
A quien sea
La peor especie de enemigo que pueden tener los políticos de centro-derecha en estos momentos es la del adulado

Traigo a la columna las palabras del profesor Rémi Brague en el manifiesto fundacional de la Plataforma Cultural «One of Us» -Uno de Nosotros-. «Europa parece haberse quedado sin moral . Por eso aparecen tantos síntomas de abatimiento». «No se trata de que exista un conflicto entre varias visiones alternativas de Europa, sino una profunda crisis moral que amenaza su supervivencia como civilización». Más adelante manifiesta que «queda por determinar si esta crisis dará lugar a un renacimiento o se trata del anuncio de un crepúsculo, del fin de Europa». Su lectura me hizo pensar si España no está inmersa en una crisis similar, incluso acrecentada. Hemos perdido impulso para defender los principios e ideales que nos han proporcionado los mejores años de nuestra reciente historia. Hemos arrinconado valores como el respeto, la libertad, la justicia, la honestidad, la tolerancia y la responsabilidad. Valores que sin ellos se debilitan las relaciones humanas, haciendo imposible la existencia de acuerdos para la vida en común. Ante esta situación España necesita disponer de partidos políticos que aglutinen voluntades capaces de iniciar una regeneración que evite la desaparición de esa España que decimos querer tanto. ¿Por qué digo esto?
Rafael Díaz Vieito , en su columna titulada «¿Todos ganan?» (ABC de Córdoba, 18/07/2020) analiza los resultados de la recientes elecciones gallegas. Ante el indiscutible éxito de Núñez Feijoo , el columnista deja entrever que el centro y derecha español, en el que yo personalmente incluyo a la socialdemocracia que conocimos en España, no conseguirá cambiar las cosas si busca el poder con incomprensibles alianzas, sean preelectorales o postelectorales. Sólo se alcanzará ese resurgir del centro-derecha, con unos líderes sólidos y empáticos en aquellas instituciones en las que tienen responsabilidades. Unos líderes que demuestren que hay otra forma de ejercer el poder . Capaces de aportar ideas nuevas para gestionar nuestras potencialidades. Que sepan unir y unirse en la diferencia. Políticos dispuestos a liderar ese cambio tan necesario que España y Europa necesitan, evitando entrar en ese crepúsculo que nos arrastra al abismo. Por eso repito machaconamente que estando en democracia como estamos, debemos ejercer nuestra libertad para hacerle ver a esos líderes de centro-derecha, locales, provinciales, de comunidades autónomas o nacionales, que están obligados a ganarse la confianza de todos y cada uno de los españoles donde ejercen su responsabilidad política. En ellos está la solución. En sus partidos, exigirles el escrupuloso cumplimiento esa responsabilidad.
Recordando al historiador y político romano Tácito , me atrevo a decirles a los políticos de centro-derecha que la peor especie de enemigo que pueden tener en estos momentos es la del adulador. Quienes no entiendan esto, se descalifican como válidos para alcanzar el necesario renacimiento que muchos reclamamos para España
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