PATRIMONIO
La Puerta del Puente de Córdoba: la entrada histórica a la zona monumental recuperará su imagen perdida
Urbanismo saca a concurso su reforma, ya que lleva años con un deteriorado aspecto al desprenderse los morteros
La Puerta del Puente va a contar por fin con un proyecto de reforma impulsado por la Gerencia Municipal de Urbanismo, con el objetivo de dar solución a ese aspecto que coloquialmente se podría calificar como lleno de desconchones y que afecta fundamentalmente a la base de este monumento. El deterioro ha sido objeto de denuncia durante años tanto por partidos políticos como por asociaciones vecinales y culturales.
El proyecto de restauración cuenta en principio con un presupuesto de casi 200.000 euros. Las empresas que quieran presentarse al concurso abierto tienen como fecha límite hasta el próximo 25 de noviembre. El plazo de ejecución previsto es de seis meses. La resolución de la licitación en marcha -no es una ciencia exacta lo que pueda durar, pues hay concursos que se resuelven rápido y otros se eternizan- sin contratiempos, sitúa los trabajos en la Puerta del Puente en 2021.
Pero, ¿qué son exactamente esos desconchones tan llamativos que dan la sensación a veces de caída a pedazos y en los que se actuará? Para entenderlo hay que hacer una pequeña historia de la restauración de este monumento, recogida en la documentación de la licitación, con la que se pretende que la capital vuelva a tener una entrada a la altura de los monumentos que se pueden ver cuando se la franquea.
Los morteros no responden
En 2007, fueron ejecutadas las obras de restauración de la Puerta del Puente dentro de un plan de actuaciones más amplio que abarcaba también al Puente Romano y al entorno de ambos. El director del proyecto fue el arquitecto Juan Cuenca. En el caso del monumento que ahora será remozado, lo que se pretendía era reconstruir los sillares originales, que estaban hechos de biocalcarenita. Entonces presentaban una importante pérdida material, sobre todo en el zócalo de la zona sur, como detalla un informe de la Gerencia Municipal de Urbanismo.
Para este propósito se implantaron morteros de cal armados con varillas de acero inoxidable y malla plástica. El efecto era doble. Se ofrecía un aspecto similar al de los sillares originales rellenando lo que falta y el nuevo material hacía las veces de escudo protector: una bella carcasa.
Las cosas sin embargo no salieron como se esperaban y empezaron las dificuldes. ¿Qué ocurrió? Pronto los morteros tuvieron problemas de adherencias y fueron desprendiéndose. Lo que queda a la vista es ese armazón de mallas y varillas de acero. La parte estética, donde color y textura se homogeneizaron, fue desmoronándose, quedando literalmente por los suelos. En abril del año pasado la Gerencia de Urbanismo realizó un saneado puntual de las zonas más problemáticas como una solución momentánea.
Los morteros de cal pueden terminar alterando aquellos sillares que debían salvaguardar
La Gerencia realizó también entonces un informe para determinar qué opción sería ahora la idónea. El proyecto redactado ha optado por aplicar la consolidación de la piedra por el método de la carbonatogénesis bacteriana. Tras esa denominación técnica se encuentra un método que trata de corregir la distorsión precisamente provocada por el mortero de cal que ha ido desprendiéndose y que incluso puede llegar a alterar a los sillares que debía salvaguardar.
La carbonatogénesis utiliza algunas especies de bacterias en determinadas condiciones. Y son ellas, aplicadas a modo de gel, las que producen el material, en concreto carbonatos. La primera vez que se utilizó este sistema fue en 1993 en la iglesia francesa de Saint-Médard de Thouars. Se considera una forma de trabajo ecológica por una parte, y que también exige menos personal.
En cuanto a la piedra original, el informe de la Gerencia de Urbanismo señala que su deterioro, debido a las características concretas de la biocalcarenita debería ser en principio lento, salvo que se observen variaciones bruscas y periódicas. Dicho de otro modo, la Puerta del Puente debería haber sido algo más resistente. Si los daños fueron considerables, aclara el texto, fue por el actual ambiente industrial, que acelera los procesos de degradación de forma alarmante.
Una pelea constante
En su momento la restauración de la Puerta del Puente, el Puente Romano y aledaños se produjo mediante un convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Ahora mismo es solamente el Consistorio el que tiene competencias en la materia.
El daño en el monumento, como se indicó al principio, ha generado constantes discusiones entre los diversos partidos políticos, pero las exigencias, fundamentalmente del PP y PSOE , se hacían cuando cada una de estas formaciones en concreto estaba en la bancada de la oposición.
Y así, el actual responsable de Urbanismo, Salvador Fuentes, reclamaba el arreglo cuando era opositor en la Corporación comandada por la socialista Isabel Ambrosio en el 2018. Y a su vez Ambrosio pedía una reforma en noviembre del año pasado, ya formando parte de la oposición. La exalcaldesa llegó a afirmar que la Junta disponía de un proyecto de intervención para el monumento, pero el Ejecutivo autonómico lo desmintió. Sus competencias se limitan a aprobar lo que sugiera el Ayuntamiento. Este enredo propiciado por un monumento tan visible va a llegar a su fin, con el remozado de la Puerta del Puente que acometerá el cogobierno de PP y Cs.
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