SALUD
¿Puede una abuela ingresada en la UCI conocer a su bisnieta? En San Juan de Dios de Córdoba, sí
El centro hospitalario desarrolla una iniciativa pionera, «Paseos que curan», para humanizar los cuidados intensivos
Las estancias en cuidados intensivos pueden prolongarse demasiado en el tiempo cuando la afección que invade el cuerpo del enfermo se hace fuerte y resistente. Para quienes tienen que pasar por ese trance, verse encerrados entre cuatro paredes día tras día puede volverse insufrible. Y permanecer ajenos a sus vidas en ese paréntesis obligado acaba dañando aún más su salud y su ánimo.
Para evitar eso, la UCI del Hospital San Juan de Dios de Córdoba está integrada en el Proyecto Internacional HU-CI (Humanizando los Cuidados Intensivos) , mediante el cual se intentan «implantar mejoras que alivien el estrés y el malestar de los pacientes y sus seres queridos al ingresar en la UCI y promuevan una atención más cálida, acogedora y amable».
En este sentido, la Unidad desarrolla varias iniciativas encaminadas a conseguir una UCI más humanizada , entre las que se cuentan con un horario ampliado y flexible de acompañamiento y apoyo familiar para los pacientes ingresados en ella. Además, los boxes están cubiertos con vinilos de paisajes , que hacen más agradable la estancia de los pacientes.
Los paseos disminuyen la necesidad de analgesia, de antipsicóticos y de sedantes, y aumentan el optimismo
Una tercera medida es la denominada «Paseos que curan» , que consiste en sacar a los pacientes (aquellos que, pese a estar críticos se encuentren estables) a los jardines o pasillos del centro.
Esta iniciativa ha permitido a una mujer que se encuentra en la unidad salir durante un rato a los pasillo del complejo y, a través de la ventana, conocer a su bisnieta de 8 meses . «Fue algo precioso», apunta el Jefe de Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias, José Carlos Igeño, a través de las redes sociales.
En este sentido, este especialista señala que «los beneficios de salir de la UCI durante un rato en pacientes seleccionados son enormes. Podríamos decir que disminuyen la necesidad de analgesia, de antipsicóticos, de sedantes para combatir el insomnio, que aumentan la sensación de bienestar, el optimismo, la colaboración del paciente y la confianza en el equipo (también por parte de la familia)».
