Coronavirus Córdoba

Los pueblos del distrito sanitario Guadalquivir: de ser ejemplo andaluz libre de Covid a exigir cribado masivo

Los alcaldes de cuatro localidades hablan con ABC de cómo se ha producido este giro en la segunda ola y cómo echan el freno

Cribado en Almodóvar del Rio el pasado mes en el distrito Guadalquivir ÁLVARO CARMONA

P. García-Baquero

El distrito sanitario Guadalquivir , que va de Villa del Río a Palma, uno de los cuatro que tiene la provincia de Córdoba, ha pasado de ser el ejemplo de una de las zona menos afectada por el coronavirus de toda Andalucía en la primera ola de la pandemia a tener en octubre confinado a Almodóvar del Río y con unas tasas que en poblaciones pequeñas superan los 1.000 casos por 100.000 habitantes. ¿Cuáles son las razones de ese cambio radical?

Las explicaciones que daban entonces los responsables de Salud al analizar este «milagro Guadalquivir» como que en los pueblos era más fácil mantener la distancia de seguridad en las viviendas, movimientos rurales exclusivamente, o que no hubiera transporte público, parecen no servir de mucho en esta segunda ola, que se esperaba en otoño pero comenzó a brotar en las primeras semanas de agosto.

Estos 21 de los 77 municipios de la provincia se situaban en el espacio geográfico de menor incidencia por la pandemia del Covid-19 en toda la región. Sólo hubo 62 contagios y cinco fallecidos hasta el verano, en localidades como Villaviciosa tenía el contador a cero. Una cifra de contagios totales en la primera ola que muchos de ellos superan ahora en apenas una semana. La tónica en estos municipios ha sido la misma: en septiembre los casos empezaron a aflorar tras la vuelta de las vacaciones y las celebraciones sociales han puesto los contagios en niveles por encima de la tasa de los 500 casos por cada 100.00 habitantes a muchas de estas localidades. La delegada de Salud en Córdoba, María Jesús Botella , admite que el aumento de casos y de incidencia por Covid-19 en el distrito sanitario Guadalquivir no es un escenario ajeno a lo que se está se produciendo en la comunidad andaluza y en todo el panorama nacional e internacional. Para Botella, «es evidente que estamos ante una segunda ola de esta pandemia y, por ello, estamos en alerta y constante monitorización de los diferentes territorios de la provincia por parte del Comité Territorial de Alerta de Salud Pública de Alto Impacto». Desde este órgano, aclara la responsable provincial de Salud, «se está en permanente contacto y estudiando todos los indicadores para poder tomar las decisiones que se estimen convenientes, municipio por municipio». Los alcaldes de Montoro, Palma del Río, Cañete y la alcaldesa de Villaviciosa, Gema González junto a la concejal de Cs en el Ayuntamiento de Villaviciosa de Córdoba cuentan cómo cogen esta segunda ola.

Montoro

A la alcaldesa de Montoro (PSOE), Ana María Romero , le preocupa y mucho, el avance del Covid en su pueblo, que acumula 55 casos en los últimos catorce días , un tercio del total de casos confirmados diagnosticados por PCR desde el inicio de la pandemia, nueve casos nuevos aparecidos en las últimas horas.

Romero asegura a ABC que ha pedido a la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía la realización de test de cribado por PCR para toda la población de Montoro, para conocer la incidencia real del coronavirus y la adopción de medidas adicionales que puedan derivar de confirmarse esta alta tasa de contagios.

La respuesta de Salud, de momento, según ha reconocido Romero, es negativa. La Junta ha respondido a la alcaldesa que el comité técnico territorial analiza todos los datos y que no sólo se mira la tasa de incidencia de la población que según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía que sitúa la incidencia en 587,4 casos por cada 100.000 habitantes para una población de 9.364 habitantes. En total, desde el inicio de la pandemia se han registrado 160 casos, dos fallecidos y 20 casos en los últimos siete días. Desconocen, el número de hospitalizados o personas que han sido trasladadas a la UCI.

La alcaldesa asegura que «ha puesto en marcha todas las medidas que están dentro de su competencia, como el control del aforo en las terrazas, el cierre de parques y jardines, los servicios a mínimos de administración o la desinfectación de calles y colegios». Sin embargo, a su juicio necesitan «más información que Salud debe dar a la Policía Local para conocer dónde se están produciendo los contagios , quiénes son para controlar el cumplimiento de las cuarentenas y poder actuar de forma más concreta». Salud, advierte Romero, «ya nos dio los datos, ni siquiera yo conozco quienes son los positivos, si jóvenes o mayores, pero la Policía Local con un contrato de confidencialidad sí los debe saber y hacer el seguimiento, con ayuda de la Guardia Civil si fuera necesario».

De momento, la alcaldesa de Montoro cruza los dedos para que la residencia de ancianos se mantenga libre del virus, con PCR semanales a los trabajadores , restricción de visitas y mucha limpieza y desinfección. La alcaldesa, a la espera de que estas cifras bajen, ha recordado que mantiene estrecha colaboración con Salud, desinfectan las instalaciones cedidas a la Consejería para el circuito Covid, y siempre estará al servicio de Salud, pero necesita más información.

Por último, Romero quiso hacer un llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva y al riguroso cumplimiento de las medidas higiénicas-sanitarias de protección establecidas por las autoridades sanitarias sin las cuales no será posible bajar la incidencia del Covid.

Cañete de las Torres

Al alcalde de Cañete de las Torres, Félix Romero (PP) no le asustan las cifras que ve en el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía, porque la tasa de contagios que se situaba hace unos días en 750 casos por cada 100.000 habitantes , al ser un municipio de apenas 3.000 vecinos, baja rápidamente en cuanto unos pocos se recuperen. De hecho, según sus datos actualizados, sólo hay diez casos activos. El sistema de declaración responsable que ejerce de forma voluntaria cada vecino cada vez que se produce un positivo en la localidad al Ayuntamiento permite, asegura Romero, que «todo sea más ágil y poder actuar en el foco del contagio».

«Ese parámetro puede inducir a error», asegura este alcalde, porque localidades como Valsequillo aparecían con el mayor índice por el número de habitantes, cuando hay 2 o 3 curados baja mucho la incidencia . Como segunda cuestión, la población se alarma si se llega a ese tope de los 500 casos cada 100.000. «En Cañete estábamos rozando la treintena de casos hace unas jornadas, y ya estamos por debajo de los diez casos positivos. En ningún momento se ha planteado el cribado, porque no es que sea una gran solución, sólo es una información fija de un día en concreto, la información que da se puede ver alterada en las siguientes horas. No creo que sea la panacea», añade.

El único parámetro a tener en cuenta, a juicio de Romero, no es superar los 500 casos por cada 100.000 habitantes, hay que ver si se sabe el origen de los focos o está descontrolado, o si están hospitalizados en esos positivos. «En Cañete sabíamos qué focos eran y teníamos controlados tres focos. El principal era un conductor de un centro ocupacional que contagió a sus familiares, porque sabíamos perfectamente el origen de los contagios, dentro de la intranquilidad, y generan angustia en la población, pero tienes bajo control por dónde entran».

A tiempo real, no podemos dar por sentado nada y nos preocupan puntos como las celebraciones del Día de los Santos o la recogida de la aceituna. Que hayamos logrado detectar a tiempo los focos y actuar para bajar la incidencia no nos puede servir para relajarnos.

Los parques de mayores e infantiles no se han utilizado, los edificios municipales sin ventilación tampoco, las actividades deportivas han sido suspendidas, y ahora las nuevas medidas pasan por el control de aforo en los cementerios, o los utensilios que se pueden usar en el interior. Entre otras medidas preventivas, Cañete, por cuenta del ayuntamiento, hace un test rápido a cualquier trabajador municipal como los que acaban de incorporarse al Profea para asegurarnos que no va a contagiar al resto de trabajadores.

Villaviciosa de Córdoba

La concejala de Cs en el Ayuntamiento de Villaviciosa de Córdoba, y diputada provincial, Erika Nevado , cuenta que en el pueblo habían estado hasta el mes de septiembre con «cero contagios», hasta finales de septiembre en que dos personas mayores regresaron al pueblo desde Madrid y provocó un gran brote. «Llegaron infectados y recibieron la ayuda de los vecinos, visitándoles, llevándoles comida, porque aquí acogemos a todos, y eso provocó numerosos contagios en una misma calle de la localidad, y luego saltó a otra más. El resultado fue 55 casos positivos en dos semanas y dos fallecimientos vinculados al mismo foco».

«Desde entonces se tomaron medidas como el cierre de las tiendas por las tardes, los bares cerrados para el fin de semana, sólo recogida para llevar, y gracias a eso se está controlando un poco», añade Nevado.

El Ayuntamiento desde marzo desinfecta las calles, los parques están cerrados, las instalaciones deportivas se abrieron sólo un mes, matiza Nevado, quien ha recordado que la mayoría de los focos han sido familiares, y en lugar de ser los jóvenes los que contagien a sus mayores, en esta ocasión ha sido a la inversa. «Se ha estigmatizado mucho a los jóvenes, pero en este pueblo se han comportado de manera ejemplar», ha destacado esta diputada provincial.

Un extremo que ha confirmado la alcaldesa de Villaviciosa, Gema González (PSOE) , quien ha asegurado que han vivido desde el 21 de septiembre situaciones muy complicadas, con días con diez positivos, sin saber de qué foco eran y sin demasiada información por parte de Salud. En este sentido, González asegura que los datos facilitados por Salud distaban mucho de los que aportaban los propios vecinos. En ese extremo pide máxima colaboración a la Consejería de Salud porque asegura «el pueblo de Villaviciosa ha sido y es muy responsable, se ha autoconfinado, los bares prácticamente han cerrado y los comercios limitado su horario; ahora les toca a ellos hacer un cribado que anunciaron su propuesta al comité técnico hace dos semanas y que aún no se ha realizado». De momento, con los datos con que cuenta la regidora socialista, « no son nada halagüeños ; hubo semanas en las que hemos llegado a superar la tasa de 1.400 por cada 100.000 habitantes y muchísimos activos (53) en un pueblo tan pequeño, no sabemos la tasa que hay activa hoy». «Es cierto que hemos tenido una situación alarmante a partir del 21 de septiembre porque se expandió como la pólvora, y ha sido una situación muy complicada, despedir a dos vecinos; todos tienen nombre y apellidos».

Palma del Río

La alcaldesa de Palma del Río, Esperanza Caro mantiene el pulso al Covid en la localidad. Con tres aulas del IES Antonio Gala cerradas, y el punto de mira en las tres residencias del pueblo, -Vitalia, Futuro Singular y el Hospital San Sebastián- la regidora recuerda la importancia de no bajar la guardia porque la mayoría de los contagios se han producido en celebraciones familiares. El último cribado de Salud sólo arrojó dos positivos de más de 400 test de antígenos realizados en el municipio por lo que la localidad de la Vega no ha precisado hasta el momento restricciones de movilidad o cierre de hostelería. La alcaldesa ha explicado a ABC que con esos datos que recogió epidemiología y fueron evaluados por el comité territorial de Alerta de Salud no fueron necesarias tomar más medidas.

Caro ha querido destacar la efectividad de algunos detalles del plan de actuación local contra el Covid-19 que lleva en marcha durante toda la pandemia, que conlleva el precintado de las zonas infantiles y áreas de mayores, bancos y marquesinas de autobuses, con incidencia especial en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la constante comunicación con el Centro de Salud y Vigilancia Epidemiológica y medidas extremas con las tres residencias Vitalia, Futuro Singular y San Sebastián. «Incluso pusimos en marcha un servicio de lavandería para los servicios esenciales como los agentes de la Policía Nacional o sanitarios para que pudieran desinfectar sus prendas», ha contado Caro.

De cara a final de mes, la alcaldesa de Palma no esconde que su máxima preocupación, siempre y cuando se mantengan a raya la tasa de contagios y fallecidos -3 en la segunda ola-, está en el inicio de la campaña citrícola, pero confía en que en colaboración con el delegado del Gobierno y la Consejería de Empleo se lleven a cabo de forma rigurosa por parte de empresarios y de los almacenes, con los protocolos de actuación y planes de contingencia.

Mientras tanto, los actos culturales se mantienen a raya o con medidas estrictas de seguridad y aforo, intentando reforzar todas las actividades que se pueda de forma telemática; los parques infantiles y de juegos para mayores siguen precintados, en una ola que mantiene a los vecinos con el corazón encogido. Tres fallecidos, 270 casos desde el inicio de la pandemia, 207 de alta y 60 casos activos es el «minuto y resultado» a fecha de este martes, donde la tasa de incidencia se sitúa en torno a los 330 casos por cada 100.000 habitantes.

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