Política
El PSOE de Córdoba se rompe en tres partes ante el horizonte del congreso provincial
Isabel Ambrosio da el paso y se suma al grupo interno que coordina Rafi Crespín, actual secretaria de Organización y que busca tumbar la dirección de la que forma parte
Como al PSOE hay veces, parafraseando a Alfonso Guerra , que no lo conoce ni la madre que lo parió, conviene realizar un estado de la situación de cara al futuro congreso provincial de finales de año. Y merece la pena toda vez que han empezado a aflorar las corrientes internas y los debates sobre el congreso provincial que tiene que renovar la dirección en Córdoba a finales de este mismo año.
Con carácter previo, los socialistas andaluces tienen que decidir si mantienen a Susana Díaz al frente del proyecto político en unas primarias y en congreso andaluz que se presenta con el alto voltaje de las citas relevantes. Con una larga precampaña en la que Díaz está intendo mantener al mayor número de afines posible y con las advertencias de la sede madrileña de Ferraz de que hay un tiempo para marcharse. En concreto, éste.
El PSOE está partido en estos momentos en tres grupos identificables y algún comando autónomo poco dado a disciplinas internas que tiene menor relevancia en el cómputo general de los votos. En primer lugar, hay que contar con la mayor parte de la dirección provincial que dirige Antonio Ruiz . Es el candidato que se presenta para revalidar el título.
Llegó al cargo tras la marcha del parlamentario Juan Pablo Durán y se puede considerar en estos momentos como un firme apoyo de Susana Díaz dentro de lo firmes que son las cosas en política. Candidato a la reelección desde el pasado mes de diciembre, cuando manifestó sus planes, cuenta en estos momentos con sustanciosos apoyos en agrupaciones socialistas de la provincia. Un triunfo del oficialismo andaluz en el congreso andaluz podría ser clave para sus posibilidades de éxito. Algunos líderes territoriales como el alcalde de Puente Genil, Esteban Morales , ya le han garantizado su apoyo, aunque este tipo de posicionamientos con tanto tiempo hasta el desarrollo del congreso valen lo que valen.
La exalcaldesa de La Carlota suma activos para el sanchismo aunque con la reserva de los legitimistas
Es en el sanchismo donde están pasando cosas interesantes. En el anterior congreso, el grupo que sostenía las tesis del actual presidente del Gobierno eran literalmente cuatro. Lo que ha pasado en este tiempo ha modificado las cosas. La dirección federal, por ejemplo, modificó las listas de Córdoba en las elecciones generales de 2019 relegando a personas del oficialismo cordobés y dando pie a la entrada de conocidos críticos de la línea que seguía la sede de la avenida del Aeropuerto.
El sanchismo tiene una línea dinástica, originaria, y una que se ha sumado al mensaje del cambio hace tres horas. El plan inicial del sanchismo «pata negra» era impulsar al alcalde de Montilla, Rafael Llamas , como candidato a la secretaría general. Con un cargo institucional sólido, Llamas dispone de una mayoría absoluta en el municipio que gobierna. La cuestión es que ese sanchismo de primera hora tiene ahora una tercera vía que se nutre fundamentalmente de personas que, en el anterior congreso, se alinearon con la dirección provincial de Antonio Ruiz.
La diputada Rafi Crespín y la exalcaldesa de Córdoba Isabel Ambrosio son los nombres más destacados de ese ámbito. El caso de la exalcaldesa de La Carlota y exdelegada del Gobierno de la Junta es el más destacado puesto que ha formado parte de la actual ejecutiva provincial en su calidad de secretaria de Organización. Bien es cierto que se trata de un cargo que no ha tenido los poderes de otras direcciones ya que buena parte de los poderes han recaído en la vicesecretaria y diputada provincial, Lola Amo .
Crespín llegó a ese cargo tras un pacto de última hora en el anterior congreso provincial en el que aceptó integrarse en el sector mayoritario a cambio de renunciar a presentar una lista propia. Isabel Ambrosio, la única alcaldesa que ha tenido el PSOE en Córdoba capital en toda la democracia, aseguró ayer que comparte con Crespín ese grupo de trabajo.
La correlación de fuerzas se comprobará en las primarias de Susana Díaz
En unas breves declaraciones durante un encuentro con la prensa, reconoció que está trabajando por propiciar un cambio en la dirección del partido. Afirmó que el asunto se encuentra en fase de «preproyecto» y que la clave ahora es formalizar un grupo de trabajo «muy participado» donde se pongan en común ideas y personas para renovar la formación política. La exalcaldesa siempre ha sido muy reservada en sus posicionamientos internos desde el salto a la primera línea que dio con José Antonio Ruiz Almenara , del que fue secretaria de Organización y vicesecretaria provincial.
La presencia de Ambrosio en el grupo arrancado por Rafi Crespín puede tener varias derivadas. Dentro de sus posibilidades, puede activar las agrupaciones socialistas de la capital con las que tiene conexión directa, que son una parte relevante de ellas. El problema radica en las legitimidades del sanchismo. Los que hicieron la travesía del desierto en los tiempos en los que «ser de Pedro» significaba entrar en una lista de no afectos no están dispuestos a permitir que se les excluya del debate.
«Quisiera agradecer a todos aquellos que quieran sumarse al movimiento de cambio su participación», escribe este martes en un artículo en ABC el senador Alfonso Muñoz Cuenca , un pedrista de primerísima hora. Fue el primer secretario local que se atrevió a abrir la casa del pueblo de su agrupación, Pedro Abad, a las corrientes críticas con el oficialismo andaluz sin taparse. El mensaje queda claro. Bienvenidos a todos los que quieran cambiar el partido pero el movimiento ya existía antes de todo esto.
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