Perdonen las molestias
Psicología básica
El proyecto de una vía verde no es novedoso: ya se formuló en 2015
Cada vez que un concejal del ramo proyecta algo, un mundo paralelo de bocetos y maquetas se enciende en alguna parte de nuestro cerebro. Se trata de un mecanismo básico de psicología conductista . Si usted le acerca comida a un perro, el animal saliva al activarse de forma automática la función digestiva. Y, si cada vez que le acercamos la comida suena una campana, el perro saliva con solo escuchar el tintineo del artefacto metálico.
Ese experimento elemental lo ideó el fisiólogo ruso Iván Pávlov para demostrar cómo funciona el engranaje estímulo-respuesta en nuestro sistema nervioso. Lo ensayó con animales, pero lo mismo podría haber utilizado electores. Entonces se habría dado cuenta de que si a un votante le anuncias un parque de sombra fresca en la puerta de su casa, el elector saliva como si estuviera a punto de comerse un plato de fabada asturiana.
El fisiólogo Pávlov no reparó en ese tipo de experimentación. Pero muchos concejales del ramo se saben el truco de memoria. En lugar de ejecutar, se sacan de la manga un campo semántico formado por planes, proyectos, anuncios y maquetas . El efecto en el cerebro del votante es idéntico al inducido en un perro de Pávlov nada más escuchar la campana. Con el consiguiente ahorro para las arcas municipales, por cierto.
Los concejales recurren a este manual de psicología básica con enorme frecuencia. Sin ir más lejos, la semana pasada. El señor Dorado, teniente de alcalde de Infraestructuras, anunció (ahí tienen el verbo) una vía verde entre los puentes de Ibn Firnás y El Arenal de 6,5 kilómetros para que caminantes y ciclistas refresquen sus mañanas de primavera junto al río Guadalquivir.
La idea es deliciosa. No nos cabe la menor duda. Tanto que hace exactamente tres años, la concejala correspondiente de la anterior Corporación ya se la mostró a los señores electores exactamente igual que Pávlov enseñaba la comida a los perros de su experimento. No era una novedad. El señuelo de la vía verde junto al Guadalquivir ya se proyectó (ahí tienen otra vez el verbo) en 2015 bajo la denominación de Anillos del Río . No me digan que el nombre no es bonito. Con solo escucharlo ya se nos hace la boca agua.
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