Aris Moreno - PERDONEN LAS MOLESTIAS

Proyectos de ultratumba

La reforma del Marrubial ha vuelto a aparecer en los periódicos doce años después. ¿Un nuevo fenómeno paranormal? No lo descarte

FÍJENSE en el siguiente titular: «La reforma del Marrubial seguirá el diseño de la Avenida de Barcelona». Ahora lean el subtítulo: «La obra costará 683.000 euros y durará cuatro meses». El interior de la noticia abunda en toda suerte de detalles sobre una remodelación crucial para cerrar la conexión interior de la zona este de Córdoba. Por ejemplo: la vía tendrá una mediana arbolada de 1,6 metros de anchura y dos calzadas a ambos lados. En total, 15 metros de ancho.

A simple vista, la noticia es una información rutinaria de andar por casa. Pero vayamos a la fecha. 2003. Quiere decirse que hace exactamente doce años la reforma de la Ronda del Marrubial era ya un hecho inminente. Un proyecto reflejado en presupuestos a punto de ejecución. ¿Qué diablos ha ocurrido en estos años? Desde el punto de vista racional, el fenómeno no tiene explicación posible. Nos encontramos ante una noticia idéntica, provista de similar partida presupuestaria, diseñada con un proyecto gemelo, encaminada a resolver el mismo nudo viario, y repetida a lo largo de los años.

En marzo de 2011 nos encontramos otro titular esotérico. Veamos: «El parking retrasa las obras de la Ronda del Marrubial». Es decir: si no entendemos incorrectamente, y creemos que no, la reforma inminente de 2003 aún coleaba ocho años después por razones que la lógica no puede alcanzar.

Visto lo visto, el del Marrubial es un fenómeno paranormal de libro. Otro más de la larga lista de casos extraños que acompañan a un buen puñado de proyectos de infraestructuras. Centros de congresos que se mueven de lugar, bibliotecas que aparecen en medio de un parque, planes estratégicos de la bicicleta que se esfuman y ahora este último, más inquietante si cabe, de noticias que se repiten en el tiempo como por arte de magia.

¿Cómo denominar este episodio insólito? ¿Psicografía? ¿Proyecto de ultratumba? ¿Retroplanimetría? ¿Síndrome extrasensorial recurrente? Cualquier sabe. Sea lo que fuere, lo cierto es que desde que la reforma de la Ronda del Marrubial se consignó como obra preferente en el PGOU de 1986 el espíritu del proyecto aparece en los presupuestos de forma intermitente y su noticia vaga por los periódicos como alma en pena.

Ahí tienen su espectro nuevamente atrapado en las cuentas autonómicas para 2015. Una vez más. Exactamente igual que las Caras de Belmez aparecían sobreimpresionadas una y otra vez en aquel fenómeno desconcertante de los años setenta. La reforma de la Ronda del Marrubial vuelve al presupuesto con una cuantía de un millón de euros. Como si el tiempo no hubiera transcurrido desde 2003 y el alma errante de aquel proyecto viviera atormentada en algún cajón de la administración pública.

Pero ahí lo tienen. Un suceso enigmático que no altera la vida cotidiana de la gente. Los periódicos lo incluyen en sus páginas como si fuera la primera vez que se publica, los consejeros del ramo lo anuncian sin temblarle la voz, las UTEs afilan sus ofertas como si nunca hubieran visto la convocatoria en el BOJA, los vecinos ignoran la iniciativa, los transeúntes pasean tranquilamente por el acerado, los vehículos se atascan en la avenida, la muralla almohade se consume lentamente camino del próximo milenio.

Los fenómenos paranormales son paranormales cuando su lógica desborda los márgenes de la realidad cotidiana. Pero se convierten en previsibles cuando nos los desayunamos en la primera página del periódico local cada cierto tiempo. Podría ser el caso.

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