Patrimonio

Un proyecto tecnológico descubre la Medina Azahara que Córdoba no puede ver

Utiliza técnicas no invasivas como vuelos de drones o mapeos láser para topografiar el terreno

Cultura intervendrá en 2022 en el pavimento del alcázar de Medina Azahara

Zona excavada de Medina Azahara ABC

Félix Ruiz Cardador

Una frase habitual sobre la ciudad palatina de Medina Azahara indica que a día de hoy sólo se ha excavado el 10% de su superficie. Ampliar ese porcentaje es sin duda uno de los viejos anhelos patrimoniales de Córdoba, más aún desde que la Unesco declaró el yacimiento Patrimonio de la Humanidad hace ahora cuatro años, con lo que quedó ratificado como uno de los tesoros históricos universales.

Para encarar ese objetivo, la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía y la Universidad de Córdoba han forjado una alianza. Y cuentan para ello con una herramienta fundamental: las nuevas tecnologías que han venido a renovar la ciencia arqueológica para convertirla en algo muy diferente a lo que era hace décadas, cuando pioneros como Velázquez Bosco o Félix Hernández emprendieron las primeras campañas en la ciudad palatina de Abderramán III.

El proyecto se impulsa bajo la coordinación general del director de Medina Azahara, Antonio Vallejo , y está codirigido por dos profesores de la UCO, Massimo Gasparini y Alberto León . Su título: ‘La medina oculta. La utilización de las nuevas tecnologías en la investigación y recuperación de la ciudad oculta de Madinat al-Zahra (2021-2025)’. Tendrá por ello una duración de cinco años, de los que ya ha transcurrido el primero, y su objetivo final consiste en detectar mediante técnicas no invasivas los edificios o calles que había en zona oriental del recinto amurallado, donde se encontraba el caserío urbano de la ciudad.

Según explica Vallejo, esta iniciativa «tiene una importancia absoluta pa ra conocer mejor lo que está por excavar y pone a Medina Azahara a la cabeza de los grandes yacimientos », además de que abre una vía fundamental de colaboración entre el equipo científico de Medina y el de la Universidad.

Excavación de la plaza de armas Valerio Merino

El profesor Massimo Gasparini explica que lo que se está haciendo es un trabajo a escala, que busca ir definiendo con distintas técnicas, desde los vuelos con drones hasta las excavaciones tradicionales finales, el mapa de Medina Azahara con el fin de detectar las diferentes edificaciones o el viario. En el primer año de funcionamiento de ‘La medina oculta’ se han realizado dos estudios básicos que tienen como fin actualizar los conocimientos generales sobre el yacimiento e incluso sobre su entorno.

Según explica Gasparini, por una parte se ha actualizado la base topográfica , pues la que existía previamente se había quedado desfasada y utilizaba un sistema en desuso. Por otra, se ha emprendido un levantamiento fotogramétrico «a través de vuelos planificados con drones que nos permiten componer una ortofoto en mosaico con alta resolución de tres centímetros por píxel mientras que las fotos aéreas que teníamos hasta ahora permitían 30 centímetros por píxel».

Tecnología láser

Por último, se ha utilizado la tecnología Lidar , que es un sistema que ofrece una nube de puntos del terreno tomándolos mediante un escáner láser aerotransportado, lo que permite detectar las diferentes capas de vegetación y otras pequeñas variaciones que son fundamentales a la hora de establecer hipótesis sobre las distintas construcciones, calles o arroyos que pudo haber en esas zonas. Según explica Gasparini, «vamos a tener un mapa del terreno con una definición más de 100 veces mayor que la anterior y eso reduce de manera significativa el margen de error».

Una vez realizadas estas acciones, el siguiente paso del proyecto será utilizar los resultados obtenidos en la zona oriental de la ciudad palatina, la que se corresponde con el viejo caserío. Comenzarán así a partir de ahora los trabajos a pie de campo con varios procesos diferentes de prospección geofísica como son la magnética, la eléctrica o el georádar. Con estas tres técnicas, que se desarrollan en diferentes periodos del año pues unas requieren de un periodo húmedo y otras de un periodo más seco, lo que se hará es ir confirmando y descartando las primeras hipótesis alcanzadas tras los estudios topográficos y aéreos.

Salón Rico de Medina Azahara Valerio Merino

Gasparini explica que todos estos datos se irán incorporando al mapa de Medina Azahara , por lo que lo que finalmente salga no será un documento que quede en la Universidad sino algo con proyección y gran utilidad, ya que estará al servicio de todos los investigadores de la ciudad palatina de ahora y del futuro.

La última fase del proyecto, según avanza Antonio Vallejo, será proceder a excavaciones arqueológicas limitadas con el fin de confirmar las hipótesis sobre las diferentes construcciones de interés que se aprecian en esa zona. A otros proyectos corresponderá más adelante la excavación definitiva de esos espacios y su recuperación

Imprescindible

En cualquier caso, ambos especialistas coinciden en resaltar la importancia de este proyecto, que supone en cierto modo un punto de inicio imprescindibles para todas las intervenciones arqueológicas que deben llegar en el futuro y que permitirán un mayor conocimiento del yacimiento en su riqueza y diversidad. Las nueva tecnologías se muestran pues como las grandes aliadas para acometer una racionalización de las excavaciones en un terreno tan extenso y como un elemento fundamental para que al fin se pueda salir de ese 10% excavado del que se habla desde hace años y años.

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