MAYO
Propietarios de los patios de Córdoba piden que se frene la masificación
PP y Unión Cordobesa critican la «improvisación» en el festival
EL problema no es nuevo, pero la queja es más aguda. Los dueños de las en torno a cincuenta casas que han participado en la Fiesta de los Patios de Córdoba que finalizó hace dos días están decididos a pedirle al Ayuntamiento de un modo formal que tome nota del perjuicio de la masificación de los recintos en concurso causa a la cita del mes de Mayo reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
La evidencia dice que el cogobierno del PSOE e Izquierda Unida no ha gestionado de un modo satisfactorio el flujo de visitas a las estancias domésticas del casco histórico y que las alternativas al sistema que ideó y puso en marcha el PP de adquisición de entradas gratuitas para evitar los colapsos no ha funcionado bien. De modo que cuando el cogobierno ha realizado un ejercicio de autocrítica y ha prometido mejoras para el festival de 2017 no está haciendo nada más que buscar una solución a un hecho que le habrá llamado la atención a cualquiera que haya paseado estos días de atrás, sobre todo los de los fines de semana, por el Alcázar Viejo o por Santa Marina y la zona de la Ribera.
San Basilio
«Ha habido momentos muy tensos en los que la gente se ponía nerviosa porque llevaba ya mucho tiempo esperando una cola. Y en nuestra mano está lo que está. Quien tiene que poner medios es el Ayuntamiento», resumía ayer Araceli López, titular del patio situado en el número 2 de la calle Martín de Roa, en San Basilio. «Nosotros hemos recibido una media de tres mil personas cada día, algo que crea sus problemas», añade al tiempo que reconoce que el dato es también una señal de la capacidad de atracción que tiene la fiesta que acaba de despedirse hasta dentro de doce meses.
La opinión de López es más que representativa de la que sostiene buena parte de los propietarios de las casas que han concurrido al certamen, el cuarto con el sello de Patrimonio de la Humanidad. «Los patios tienen que verse con cierta tranquilidad. Y este año, entre las colas y el inconveniente de la lluvia no ha sido siempre así. El patio sufre con mucha gente, las flores y los tiestos se lastiman con los paraguas y con los impermeables», declara Rafael Barón, quien además de ser el presidente de la Asociación Claveles y Gitanillas es el dueño del inmueble de la calle Pastora que se ha erigido con el primer premio en la modalidad de Arquitectura Moderna.
«Cierto caos»
Cerca de Pastora se encuentra el patio de Marroquíes, santo y seña de la fiesta y uno de los que acopia más galardones, si no el que más, del casco histórico. Carmen Álvarez es la portavoz de este patio encuadrado en la modalidad antigua y que tiene la peculiaridad de que en él viven varios vecinos de una forma estable. «En general estamos contentos con la labor que han realizado los controladores y los voluntarios con los que ha contado el Ayuntamiento de Córdoba, pero es verdad que hemos vivido momento de cierto caos», argumenta Álvarez.
«Sí, la masificación ha sido una de los elementos negativos de esta edición de certamen. Creo que habría que tomar medidas, claro que sí, aunque quizás sea pronto aún para decidir cuál. Vamos a descansar primero y después, ya reposados, llegará el momento de hacer una propuesta concreta», concluye la coordinadora de los residentes en el número 6 de la calle Marroquíes.