TRIBUNALES

Un profesor de instituto de Córdoba, a juicio por acosar a una alumna de 4º de la ESO

La Fiscalía le pide 8 meses de cárcel por un delito de acoso también en redes sociales como Instagram

Imagen de archivo de un IES ARCHIVO

P. Garcia-Baquero

Un profesor de un IES de la capital cordobesa se será juzgado el próximo día 17 de junio por un delito de acoso a una alumna de 4 de la ESO a la que acariciaba el pelo, brazo y cuello en el aula y le hacía comentarios a través de Instagram.

La Fiscalía de Córdoba, que solicita para el profesor una pena de 8 meses de prisión y dos años de alejamiento y comunicación con la menor, califica los hechos que se remontan al curso 2018/2019 como un delito de acoso.

Los hechos relatados por el Ministerio Público, a los que ha tenido acceso ABC, recogen que sobre el mes de enero de 2019, el profesor comenzó a sentirse «atraído» por la alumna de 15 años de edad , y aprovechando que la niña se sentaba en primera fila en el aula habitualmente le tocaba el pelo, el brazo, y en ocasiones el cuello.

La cosa fue a más, según el fiscal, y ese mismo mes le cogió la mano en clase y sin justificación alguna le manifestó que estaba «caliente» y que eso era bueno, lo cual hizo sentir a la niña «incómoda», retirándole la mano inmediatamente.

En el mes siguiente, el acusado creó una cuenta de Instagram y le pidió a la menor que se agregara. La niña accedió a unirse pensando que se trataba por motivos académicos. Sin embargo, la menor dejó de responder a los comentarios del acusado cuando comprobó que no se referían a cuestiones de la asignatura que él impartía.

Un mes más tarde, el 25 de febrero, el profesor creó otro grupo con tres niñas y la agregó sin que explicara los motivos ante los requerimientos de las menores. En esos días, en el pasillo del instituto el profesor le dijo que «estaba muy guapa», y después, tras las faltas de asistencia de la niña, que la «echaba de menos».

La menor, por todo lo sucedido, comenzó a sentir miedo, y el 12 de marzo decidió trasladarse a la cuarta fila del aula pero lejos de desistir, el profesor fue hasta allí y le dijo mientras le acariciaba el pelo «que se iba a quedar solo».

Al día siguiente, el profesor volvió a dirigirse a la niña tocándole el pelo, mirándola fijamente por lo que la menor comenzó a llorar y el profesor la invitó a salir de clase. A raíz de estos hechos, según el fiscal, la menor se sintió muy perturbada, y tuvo que dejar de acudir a la clase, presentando un trastorno adaptativo con ansiedad.

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