Educación
Los problemas de la escolarización en Córdoba | Aula medio llena o medio vacía
El 34% de las plazas ofertadas en 3 años para el próximo curso no se ha cubierto. Padres, profesores y administración educativa creen que esta caída podría servir para atender mejor a los alumnos
Con la primavera se han notado en Córdoba los efectos crudos del invierno demográfico. El proceso de escolarización ya muestra lo que los datos iban anunciando poco a poco: cada vez nacen menos niños y eso significa que también hay una demanda mucho menor de plazas de escolarización. Una de cada tres han quedado libres en la provincia de Córdoba para el segundo cicclo de Infantil , que empieza con tres años. ABC ha preguntado a ocho personas de distintos ámbitos y sus puntos de vista difieren entre quienes ven una oportunidad de mejorar la atención y quienes advierten de consecuencias que no serán buenas.
Antonio Guerra (Escuelas Católicas): «El futuro es una mayor especialización y todos los centros debemos tener un proyecto»
Para sindicatos y asociaciones de padres la consecuencia lógica tendría que ser buena, y es el descenso de la ratio, la relación entre el número de alumnos por aula y el profesor que les atiende. Que bajase de 25 era una reclamación insistente que ahora podría ser realidad. Lo dice Antonio Guerra presidente de la federación Escuelas Católicas , que agrupa a los centros de ideario cristiano. Asegura que los profesores de apoyo que este año se han contratado para adaptarse a la situación creada por el Covid han ayudado. «Desde mi punto de vista es una oportunidad», dice. No teme que terminen los conciertos con estos centros.
Francisco Luque (ANPE) «Mantener las unidades, no suprimir y bajar sería lo idóneo, pero la Lomloe no baja la ratio»
También cree que sería lo indical el presidente en Córdoba del sindicato Anpe, Francisco Luque , que sin embargo recuerda que la recién aprobada Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación ( Lomloe ) mantiene la ratio en 25 alumnos y eso ha sido «perder una ocasión idónea». Sería lo ideal, pero, a juicio de CSIF no es lo que sucede. «Por ahora la Administración no lo está haciendo, pero nosotros seguimos demandando esto que creemos que es la única solución posible. De otra forma no lo concebimos», dice Elena García.
Elena García (CSIF): «Por ahora la Administración no lo está haciendo, pero nosotros seguimos demandando esto que creemos que es la única solución posible»
El profesor y pedagogo cordobés Fernando Alberca es quien disiente un poco y pone puntos de vista nuevos sobre la mesa. Ni siquiera tiene claro que eso vaya a redundar en una atención más personalizada o más apropiada: «Depende mucho más de la praxis docente, el que haya calidad o no educativa, que del hecho en sí del número de alumnos».
Fernando Alberca (Pedagogo): «Si no hay una masa que permita elegir y descubrir, el niño convivirá bien, pero se sentirá muy solo»
A su juicio, lo de que a menos alumnos se les puede atender mejor no deja de ser un tópico, porque Fernando Alberca también ve problemas para los niños en clases no tan numerosas. El alumno debe ver entre sus compañeros un mínimo de variedad, para así elegir «entre los compañeros los que tiene afines, y entre los afines los amigos». »Cada vez es más difícil, porque no hay variedad suficiente. O dicho de otra forma: hay tanta variedad en la familia que no hay dónde elegir los que tienen afinidad contigo o coinciden», dice el pedagogo y también escritor, que insiste en que mientras haya más alumnos «es más probable que las habilidades sociales se desarrollen mejor». El niño tiene que manejar sus propios afectos y elegir, y a veces el aprendizaje puede ser más complejo con cinco alumnos que con quince.
Inmaculada Troncoso (Delegada de Educación): «Trabajar en número reducido está bien, pero siempre que el número permita el trabajo en grupo»
En parte coincide con eso algo que dice la delegada de Educación de la Junta de Andalucía, Inmaculada Troncoso . Sabe que la bajada de la ratio es una reclamación histórica y que esta situación podría traer aulas de menos alumnos, pero «siempre y cuando el número les permita conjugar la sociabilización, el poder trabajar en grupo, metodologías innovadoras, porque no todo es currículum y aprender lengua y matemáticas». Quizá el número de catorce o quince por aula estaría bien, pero menos no sería óptimo, dice la delegada. Fuera de Infantil, los números son distintos: en el curso 2021 hay 138 unidades más en la provincia.
Alberto A. de Sotomayor (UCO): «El descenso de la natalidad merece estar en el debate sobre el presente y el futuro del sistema educativo»
También hay expertos que miran la situación desde un punto de vista más amplio. Alberto Álvarez de Sotomayor y profesor de Sociología en la Universidad de Córdoba recuerda que es una cuestión «de gran relevancia socia, que merece un análisis detallado» en que no habrá descuidar la diversidad de realidades educativas.
El temos de las familias
Todo viene por el descenso de la natalidad, constante desde los años 70 y que hasta 2008 se había contrarrestado con la aportación de los inmigrantes. Y tampoco hay que olvidar, dice, «el temor de algunas familias por el contagio del Covid», ya que la escolarización en Infantil, de 3 a 6 años, todavía no es obligatoria.
Para él la bajada de la ratio dependerá de la voluntad política «y de la presión social que pueda hacer la comunidad educativa», y está de aceuerdo con su oposición, pero también ve oportunas otras transformaciones, por ejemplo en las áreas de influencia.
Ahonda también en las causas Isabel García, doctora en Sociología y técnico del Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA), que cree que esta situación viene dada por «una reducción progresiva de la natalidad y de las posibilidades que las mujeres tienen de tener hijos». Puntaliza: «No es porque no quieran, porque dicen que querrían tener más, sino porque las condiciones no se lo permiten».
Isabel García (IESA): «Hay una reducción progresiva de la natalidad y de las posibilidades que las mujeres tienen de tener hijos»
Habla de la mujer porque en la familia es la mujer quien sigue soportando el peso del cuidado de los hijos y de los mayores y recuerda cómo en el problema confluyen salarios bajos y es difícil acudir a servicios públicos públicos o privados que ayuden.
Con todo, no cree que el ser humano camine a la extinción en los países más desarrollados. «Los países nórdicos, apostaron por un estado del bienestar que hacía frente a todos los riesgos sociales, como el de no tener hijos, y pusieron en marcha un estado que permite que hombres y mujeres sean corresponsables. Tienen una cantidad de servicios públicos suficientes y adecuados a las necesidades, y son muy útiles, porque las tasas de natalidad empezaron a crecer», cuenta.
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