SOCIEDAD

El primer «cumplevidas» de Miguel, el niño de Villafranca que recibió un trasplante de médula

Los padres del bebé lanzan un mensaje de apoyo a todas las familias que pasan por esta situación al cumplirse el primer año de la operación

El pequeño Joaquín mira a través del cristal a su madre y su hermano Miguel durante su ingreso hospitalario J. García

David Jurado

El 6 de junio de 2018 Ana Díaz y Joaquín García recibieron la noticia que ningún padre debería oír. El menor de sus hijos, Miguel, un bebé de seis meses , tenía una inmunodeficiencia combinada severa y el único tratamiento posible para salvarle la vida era un trasplante de médula . «El mundo se nos cayó encima y nuestro proyecto de vida se derrumbó», confiesa la madre. «Nuestro hijo mayor, Joaquín, que tenía dos años, por desgracia no era compatible». La única esperanza era recurrir a un donante anómimo.

El pequeño Miguel J. G.

Un caso más de tantos que recuerdan la importancia de la donación de órganos, sangre y médula para salvar vidas. Miguel era una estadística más, otro caso clínico. Pero su historia conmovió al pueblo de Villafranca , que se volcó en la lucha por conseguir un donante, organizando una colecta que batió récord y dando visibilidad a este caso para no sólo ayudar a Miguel sino a todos los niños que atraviesan por su misma situación. Las posibilidades de encontrar un donante compatible en su entorno era como encontrar una pizca de azúcar en el desierto. El Hospital Reina Sofía , donde se encontraba aislado el bebé a la espera del trasplante, inició una búsqueda a través del Registro de Donantes de Médula Ósea de la Fundación Josep Carreras . «Tras un mes y medio de angustia e incertidumbre por no saber qué iba a pasar, en julio nos llegó la mejor de las noticias, habían encontrado un donante anónimo cien por cien compatible para Miguel», recuerda Ana Díaz.

El 11 de septiembre de 2018 se le hizo el trasplante de células madre al bebé. Fue una operación «muy, muy complicada, con muchos contratiempos, pero Miguel ha peleado a diario con su gran sonrisa». Fue su segundo nacimiento , y por ello, el pasado miércoles, su familia celebró su primer «cumplevidas» y quiso compartir su felicidad con sus familiares, amigos y todas aquellas personas que se han volcado con ellos. La celebración tenía otro objetivo no menos importante. «Queremos enviar un mensaje a los papás que se encuentran en esta situación. Con amor, esperanza y fe se consigue, el camino es largo y duele, duele mucho, pero hay que pelear con una sonrisa».

Como la que día a día se dibuja en el rostro del pequeño Miguel, que con un año y medio de vida no ha dejado de luchar . No ha sido la suya una trayectoria feliz. Todavía no puede hacer vida normal, salir a la calle, ir de vacaciones con sus padres, tener amigos, chinchar a su hermano... en definitiva, ser un niño. La mayor alegría de sus padres es que «los controles van muy bien» tras un primer año de trasplante con muchas complicaciones. «Miguel es un niño muy alegre y activo que, con ayuda del logopeda y fisioterapeuta se está poniendo al día rápidamente», señala su madre.

En el primer «cumplevidas» de su hijo, los padres agradecieron a todas las personas que les han dado su apoyo a diario y a todo el equipo de profesionales que ha trabajado para que Miguel pueda disfrutar de su niñez. Y cómo no, dieron gracias «a la generosidad de su donante , sin ella nada de esto hubiera sido posible. Todos debemos hacernos donantes porque todos podemos ser receptores».

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