Encuentros de Economía de ABC Córdoba
El presidente de Eurosemillas: «Para meter cabeza internacional, el producto tiene que ser estrella»
Juan Cano aboga por una innovación constante en una globalización cada vez más rápida
El presidente de Eurosemillas , Juan Cano , ha sido el protagonista de los Encuentros de Economía que organiza ABC Córdoba con el patrocinio de Cajasur. Ante unas 150 personas del mundo de la empresa y la política, el empresario ha reflexionado sobre su propia experiencia al frente de una empresa puntera que se considera como una tecnológica por el fuerte grado de innovación que precisa para estar implantada en 38 países.
«Innovar es cuando suena la caja registradora», ha bromeado el empresario que ha explicado los hitos de una empresa creada por un grupo de amigos creada con las pesetas que pudo aportar cada uno. La firma se desarrolló primero en el campo de la producción de «commodities» hasta que a finales de los ochenta y principios de los noventa dio el gran cambio hacia la tecnología y la innovación.
Cano ha explicado que en 1989 la firma rubricó un acuerdo pionero con la Universidad de California , que ha tenido entre su profesorado a 52 premios Nobel. Eurosemillas confinancia las investigaciones, la Universidad se queda con la explotación de la patente de la variedad vegetal para Estados Unidos y la empresa cordobesa la explota en los países del mundo donde la legislación de propiedad intelectual permite este desarrollo empresarial.
Eso permitió, ha dicho el empresario, un intenso trabajo de presencia en mercados exteriores con una visión «internacional pero no de multinacional». La diferencia, ha explicado, consiste en la fórmula de trabajo. Eurosemillas detectó que era necesario implantarse en los mercados mundiales con productos de alta calidad pero también rápido. «Para meter cabeza en otros países, el producto ha de ser estrella », ha asegurado.
La estrategia consistió en crear licencias nacionales para otros mercados compartiendo parte de la cadena de valor con otros empresarios pero propiciando una llegada rápida a los servicios que se prestan a los agricultores. Además, Cano ha abogado por contar con profesionales de cada país ya que son los que mejor conocen el terreno.
Eurosemillas, ha explicado el empresario, no se limita a llegar y comercializar una patente . Realiza, ha asegurado, todo un estudio de desarrollo del producto, el mercado disponible, las opciones sobre el terreno. La última gran apuesta de Eurosemillas es la patente de Tango, una mandarina que «en estos momentos tiene unos 50 millones de euros en desarrollo». Realiza, además, un trabajo de búsqueda activa de estudios científicos a financiar. El desarrollo de una variedad de frambuesa se realizó con un instituto escocés especializado.
Cano, a la luz de la experiencia de medio siglo, relativiza las amenazas políticas. Ha asegurado que su empresa lleva décadas en mercados supuestamente problemáticos como México o Argentina sin ningún problema de funcionamiento y generando valor para los accionistas. Bajo su punto de vista, la novedad y la innovación siempre acaban imponiéndose «en tiempos de guerra y paz».
El empresario ha alertado sobre los cambios en la economía mundial que obligan a poner las chinchetas en el mapa de manera distinta. La economía occidental pasará en pocas décadas de suponer un 56 por ciento de la economía mundial a ser el 25 por ciento. Ha explicado el desarrollo de la economía china que cuenta con problemas como una baja productividad agraria producto de la estructura de la tierra.
La gran amenaza de su actividad empresarial, ha explicado, es el propio avance tecnológico en el que se sustenta su negocio. La irrupción de una patente exige una inversión muy exigente que precisa de tiempo para su amortización. La llegada de una investigación más avanzada de un competidor puede dar al traste con esas inversiones. Eurosemillas dedica cada año entre cinco y ocho millones de euros al año en I+D.
Eurosemillas realiza un trabajo de responsabilidad social corporativa en Angola en su política empresarial hacia el continente africano. El modelo es distinto porque Cano, ha asegurado, conoce lo suficientemente bien las oenegés como para haber comprobado los problemas de gestión que tienen. En el país angoleño se ha optado, ha explicado Cano, por crear una empresa que desarrolla cultivos y tiene institutos de formación .
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