POLÍTICA
El PP de Córdoba ante el momento del cambio
Molina recoge el testigo de Nieto con una línea continuísta y el reto de recuperar espacios de gobierno
El XV Congreso Provincial del PP de Córdoba ha dado la presidencia del partido a Adolfo Molina. El parlamentario andaluz asume desde ayer el cargo que durante una década ha ostentado José Antonio Nieto , quien ayer se esforzó por dejar claro que Molina ha sido el candidato elegido por los afiliados y no por eso que algunos llaman «aparato».
Un cambio de mando, sí, pero lampedusiano, como ni siquiera el propio Molina se esforzó en disimular, convencido de que cuando algo funciona lo más inteligente es tocarlo lo mínimo posible. Y lo cierto es que durante la presidencia de Nieto , el PP de Córdoba ha ganado afiliados y ha logrado victorias que ni siquiera los populares más optimistas habrían soñado, como la mayoría absoluta que les entregó la Alcaldía de la capital.
Adolfo Molina ha dejado de ser el número dos de Nieto para ser su sucesor, y para afrontar una nueva etapa cotinuísta se ha rodeado de sus afines. La exalcaldesa de Priego de Córdoba, María Luisa Ceballos , será su secretaria general y la senadora Beatriz Jurado hará de coordinadora del partido. Los portavoces del partido en el Ayuntamiento y la Diputación, José María Bellido y Andrés Lorite respectivamente, serán sus representantes en los barrios y en los pueblos, también respectivamente, desde sus respectivas vicesecretarías.
No es una sorpresa. De hecho, hace tan sólo unos meses todos confiaban en que no habría ningún cambio a la cabeza del PP provincial y que Nieto repetiría como presidente. De nada sirvió la amplia campaña de apoyo que le dedicaron los suyos cuando se cruzaron en su camino los estatutos del partido , que le apartaron de su objetivo con el argumento de una limitación de cargos que impedía que compaginara la presidencia provincial con un puesto de importancia en la Administración estatal como es la secretaría de Estado de Seguridad . Y el PP tuvo que resignarse a decirle adiós.
La despedida de Nieto
No están siendo tiempos dulces para José Antonio Nieto . Su estreno como número dos del ministro del Interior, en un cargo de gran complejidad, no tardó en verse empañado por la sombra de su polémica reunión con Pablo González , hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid, que llevó a la oposición a pedir su dimisión y le obligó a comparecer en el Congreso para dar explicaciones. Se enturbiaba así su llegada a un puesto con el que el exalcalde de Córdoba podía al fin cerrar las heridas derivadas de una pérdida de la Alcaldía que le pilló por sorpresa en 2015, cuando, a pesar de la victoria en las urnas, el pacto entre PSOE, IU y Ganemos le pisó al PP el que iba a ser su segundo mandato en el Ayuntamiento de la capital. Quizás por eso la despedida de ayer quiso, además, ser un bálsamo.
«Sabía que iba a ser difícil intervenir porque hay muchas emociones que se cruzan y recuerdos que uno tiene en la cabeza, pero el cariño recibido lo hace casi imposible». Así inició su discurso el presidente saliente después de que sus compañeros le sorprendieran con un vídeo de despedida en el que los que trabajaron con él durante los últimos años se lanzaban a recordar momentos como su llegada a la Alcaldía y a enumerar virtudes del exalcalde.
Visiblemente emocionado, Nieto dio las gracias al PP de Córdoba y a su familia, que se ha visto perjudicada por su dedicación política. «Nunca podré devolveros lo que he recibido de vosotros a lo largo de unos años en los que no hemos tenido las cosas fáciles y hemos tenido que ganarnos cada cosa que hemos conseguido», aseguró, satisfecho de que deja un PP «más sólido» que ha ganado afiliados año a año . Cerró así una etapa que «ha marcado definitivamente mi vida y me ha hecho como soy» y de la que dijo sentirse «legítimamente orgulloso».
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