Rafael A. Aguilar - EL NORTE DEL SUR
El poscentro
El Ayuntamiento navega ya con brújula: acaba de descubrir que no es casualidad que el AVE y la A-4 pasen por Córdoba
Está la posverdad -ya se sabe: esa tendencia en boga a que la realidad tenga menos importancia que las sensaciones- y luego está el poscentro . La efervescencia de la posverdad aupó hace nada al poder a Donald Trump y la acuñación del poscentro, que nos ha costado dieciocho mil euros, ha situado por fin a la alcaldesa de Córdoba en el lugar al que quizás aspiraba desde siempre: a ser la abanderada del cruce de caminos por el que han de pasar todas las decisiones del planeta y que se ha revelado clave, así de un día para otro, para la conexión entre la Europa continental y los países emergentes de la África más pujante. Ahí está, mira qué atento, el bipartito del PSOE e IU inventando el mundo y poniéndole nombres a las cosas en las que, oye, nadie había caído hasta la fecha. Pura causalidad hubo de ser que la ciudad fuera capital de la Bética romana y que unos cuantos siglos después un hombre que huía de la actual Siria decidiera fundar a orillas del Guadalquivir un califato , omeya en concreto.
De qué lugar fronterizo con la inopia vendrían estos próceres municipales, que han tardado tanto en encontrar el centro. Alfonso Guerra bromeaba con frecuencia en sus días de agitación mitinera más lucidos con que la derecha española tenía que proceder de una caverna muy ultramontana porque por más que hacía años que había dejado atrás las siglas de AP y había adoptado las del PP pasaba y pasaba el tiempo sin que la moderación política hubiera calado en su argumentario. A ver qué pasa con el congreso nacional de este fin de semana . Pues con el descubrimiento del nudo logístico ha ocurrido algo parecido: que por más avisos que ha habido de que cabía la posibilidad de que existiera, algunos más o menos claros como la misma fundación de la ciudad hace un par de milenios, no ha sido hasta justo ahora y vía informe encargado ex profeso por la autoridad municipal cuando se ha producido la certificación de esos confusos indicios.
Así que, abrochémonos los cinturones, es el corredor del Atlántico el que nos va a sacar las castañas del fuego. La verdad es que todo se ha acabado confabulando para que el polo de comunicaciones en el que vivíamos sin saberlo tenga a su alcance los recursos oportunos para sacarle punta al filón geográfico . No, no, no: el centro de Andalucía no está en Cabra, como se empeñan en repetir los académicos más informados de la Subbética, sino en la misma plaza de las Tendillas , justo debajo de la estatua ecuestre del Gran Capitán. Cierto es que cuando la Expo 92 alguien decidió que el AVE cruzara Sierra Morena y se encaminara a la depresión fluvial por la provincia de Córdoba y que la autovía de la red principal que conecta Madrid con Sevilla y Málaga se ve desde La Torrecilla. Ya encaja todo: nuestros antepasados y nosotros éramos vecinos del centro , o del poscentro, y el gps no nos había avisado de nada. Para que luego nos quejemos de que el Ayuntamiento se gobierna sin brújula.