Podemos va al Patio de los Naranjos a cargar contra la licencia «errónea» de la segunda puerta

Una semana después de que el Cabildo recibiera la licencia para el inicio de las obras de la segunda puerta de la Mezquita-Catedral de Córdoba , Podemos quiere que se paralice el proceso. La portavoz de Cultura del grupo parlamentario Podemos Andalucía , Lucía Ayala, acudió el martes al Patio de los Naranjos junto a los concejales de Ganemos Rafael Blázquez y Victoria López para pedir a la Junta que «recapacite en la decisión errónea de la licencia» para unas obras hacia la que nunca han ocultado su «rechazo rotundo».

Los representantes de Podemos y Ganemos convocaron a los medios en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral , que es propiedad de la Iglesia. No tenían autorización para celebrar allí una rueda de prensa, por lo que un portavoz del Cabildo les invitó a abandonar el lugar y hablar con los medios en el exterior. No fue así, y la institución eclesiática no tardó en responder a través de un comunicado en el que tacharon de « provocación » y « falta de respet o» la actitud de los políticos, que «no ayuda a la convivencia en paz y civilizada entre las personas, pues generan división y enfrentamiento en la ciudadanía».

El Cabildo defendió además la legalidad de la actuación, que cuenta con informes favorables de la Junta y del Icomos . Sin embargo, Podemos considera que se están vulnerando «las leyes patrimoniales más básicas a nivel autonómico, estatal y mundial» al tratarse la celosía de un elemento protegido que ya estaba ahí «cuando se declaró Patrimonio de la Humanidad la Mezquita ». El portavoz de Ganemos en el Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Blázquez, calificó la apertura de la puerta de «atentado patrimonial» y dejó caer sus dudas sobre una posible trampa de la Junta al cuestionar que entregase a Icomos el expediente completo para que este órgano tomase un dictamen favorable.

Además, Blázquez reiteró su «preocupación» con el plan de seguridad de la próxima Semana Santa y criticó que «el proceso podía haber sido más participativo» para consensuar y cumplir los requisitos de seguridad y de accesibilidad . «El proceso no se está haciendo bien y preocupa», afirmó.