SAN RAFAEL
Pocos perolistas intrépidos
Apenas una decena de familias cumplieron con la cita con Los Villares debido a la lluvia continua de la mañana
![Entrada al Parque Periubano de Los Villares, casi desierta en la mañana de este lunes](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2016/10/25/s/perolistas-corodba-noticias-klmG--620x349@abc.jpg)
El resumen de la jornada fue que el arroz salió caldoso, pero tampoco tanto. Amaneció el día de San Rafael con una amenaza cierta, húmeda y por ratos violenta de que la celebración del Custodio de la ciudad iba a quedarse en poco más que una frustración combatida con el buen ánimo y con las ganas de pasarlo bien, que eran muchas.
Las talegas con los avíos para el guiso por excelencia de la jornada, el perol envuelto en el plástico, las sillas portátiles y los trastos de los niños esperaban desde última hora de la noche anterior a que sus propietarios las metieran en el maletero junto a las sudaderas de los chandal y a la parrilla en la que estaba previsto que ardiera la leña comprada en el vivero de las afueras. Mas San Rafael estaba de mala cara y derramaba sobre las calles que protege un llanto persistente de lluvia desconsolada.
Era difícil encontrar alguna de las imágenes típicas de cada 24 de octubre
Poco después del mediodía exacto nadie encontraba la imagen típica del 24 de octubre: ni rastro de las caravanas de vehículos cargados hasta las trancas repostando en las gasolineras de la carretera de Trassierra o de la avenida de El Brillante. Porque apenas nadie se atrevía a seguir con sus planes. «Hoy no vamos a hacer el agosto de otros años», bromeaba un empleado que limpiaba las mesas del bar del Parque Periurbano de Los Villares sobre la una de la tarde. Entonces, el agua empapaba el verde del primer otoño y quedaba claro que las escenas familiares de encuentro y felicitaciones quedaban reservadas para los salones de estar o para la peña del barrio. En la sobremesa abrió el día, pero poco. Al sol solo lo saludaron unas decenas de familias intrépidas.