Apuntes al margen
Un poco de lo otro
Ya que estaban, algo más allá del patrimonio se hubiese agradecido
EL Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía se reunió el viernes en Córdoba en la política de gestos emprendida por el presidente Moreno para desvincular simbólicamente a la institución que gobierna del sempiterno fortín hispalense . La autonomía que se inició contra la dependencia de Madrid generó, a su vez, una centralidad bis en torno al área metropolitana de Sevilla donde se reúnen la práctica totalidad de las sedes institucionales de ese cuerpo administrativo que tiene a Hércules en la puerta. Tan solo la oficina granadina del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y las instalaciones principales de Turismo Andaluz , una empresa pública, se salvan de esa regla no escrita según la cual la autonomía es un ente nucleado en torno a la capitalidad que ha generado no pocos malestares locales que se entienden, la verdad, a poco que se rasque. Ese ente piramidal, ese bloque funcionarial, sustituyó los añejos viajes a Madrid en busca de hospitales, carreteras o puentes por los más novedosos desplazamientos a Sevilla.
La neoJunta surgida de las elecciones del 2018 tiene una extracción malagueña como su presidente, Juanma Moreno , y su todopoderoso consejero de Presidencia, Elías Ben dodo. Ambos conocen de sobra, porque el PP de la Costa del Sol lo usó estupendamente en las elecciones, lo mal que sienta en el resto de Andalucía la sinécdoque autonómica . Me explico para los de Ciencias: contar el todo por una de sus partes . A ello viene ese emprendimiento digno de toda consideración de llevar el máximo órgano ejecutivo de la Junta a otros palacios que no son San Telmo . El PSOE tenía la antigua residencia de los Montpensier como ese lugar donde acaban las terminales del poder, la simbología de la autoridad creada de la nada a raíz de la Constitución de 1978. Si existe un nuevo relato en la política andaluza, que es mucho suponer, pasa también por superar la absurda estrategia de círculos concentricos. El rollo Versalles -con la consiguiente acumulación de funcionarios bien pagados y sedes oficiales que generan cierta economía de servicios- ha generado una desafección en muchos territorios como puede comprobar cualquiera que coja el autobús. De ahí a propuestas absurdas como la de separar León de Castilla o la aparición de partidos ultralocales solo hay tres minutos y medio.
Dicho queda que estupendo está que la Junta decida superar esas formas de funcionamiento previas a Internet mientras sus responsables se lo pasan pipa con las películas yanquis que sitúan la sede de la CIA en Langley o la de la Coca Cola en el estado de Georgia. Lo cierto es que se va a los sitios a algo más que a pulir los tópicos, oiga. El principal anuncio tras el Consejo de Gobierno celebrado en el Palacio de Vi ana es la aportación de 1,3 millones de euros para Medina Azahara , cantidad perfectamente mejorable dadas las enormes carencias de personal de un conjunto arqueológico que tiene vacante una de cada dos plazas establecidas en su Relación de Puestos de Trabajo. Se anuncia también el impulso de un plan director que lleva en redacción muchos meses o al menos eso es lo que nos decían. Algo de patrimonio, nada de todo lo demás.
Córdoba es historia, patrimonio, etcétera, cosa de la que se enseñorea todo el mundo mundial. También dispone (superados los tópicos) de algunos de los barrios más pobres de España, cuenta con un diligente sector agropecuario que se busca la vida como puede, tiene un peso industrial por debajo de la media y precisa de un empujón hacia nuevas actividades de valor añadido como la tecnología, la logística o la implementación de las investigaciones académicas al mundo de la empresa. Hubiera estado genial hablar también de todo ello superando lo que ya sabemos. Un poco de lo otro, ya que estaban por aquí , hubiera sido de agradecer.
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