20 años de la plaza grande de Córdoba

Vecinos, comerciantes, hosteleros... : «La Corredera de mantiene su carácter, pero necesita glamur»

Residentes y usuarios demandan más atención en la limpieza y echan de menos la vida que le daba el mercado

Historia de la Corredera, el foro de Córdoba

Veinte años de la reforma de la Corredera, la plaza grande de Córdoba

Galerías de la plaza de la Corredera de Córdoba Valerio Merino
Rafael Aguilar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mamen Lozano vive en una bocacalle de la plaza de la Paja desde antes de nacer. «Me sé la historia de La Corredera de memoria: mi madre me llevaba en el vientre cuando montaba un puesto de retales en la explanada de la plaza, cuando el mercado de comida estaba en el sótano. Esa vida la hemos perdido. ¿Que ahora está más bonita? Es posible. Pero esto no puede ser un escaparate para los turistas . Estamos hablando de La Corredera, que no es cualquier cosa».

La mujer, de cincuenta y tres años, desayuna en uno de los bares con veladores más cercanos al Arco Alto . Ahora que se cumplen veinte años de la reforma del enclave parece claro que la restauración le ha ganado en protagonismo al comercio , porque muchas tiendas tradicionales han desaparecido en beneficio de locales de hostelería y la plaza de abastos ha perdido enteros como eje central el espacio urbano al confinarse en el edificio de Sánchez Peña, donde comparte espacio con otros servicios municipales.

Manuel Torronteras es el dueño de la tienda de artesanía de la calle Toril. «Llevo aquí treinta y cinco años, y mi padre había estado antes quince más, así que llevamos cincuenta. Y hemos tenido que reinventarnos para adaptarnos a los nuevos tiempos , porque mi padre con lo que empezó fue con espuma», señala el comerciante.

Yelda Hernández (Heladerá Corredera): «Necesita más cuidado como tercera plaza mayor de España que es»

Testigo de la transformación de la plaza a lo largo de estas dos últimas décadas, el pequeño empresario la ve «en declive, porque esto antes tenía mucha más vida en todos los sentidos; ahora vemos que la plaza está vacía muchos días entre semana, y quienes han ganado han sido los hosteleros, que montan sus negocios pensando sobre todo en los extranjeros . Porque negocio que ha cerrado, bar al canto que han montado enseguida». «Lo que nos dio la puntilla fue la restricción de paso en coche con la activación de la zona Acire : quién va a venir a comprar nada...», se lamenta Torronteras.

También por vía familiar le viene la ocupación, o la vocación, a Esther Marín , que es la encargada del señero bar El Sótano , que fundaron sus abuelos. Ella es de la opinión de que la reforma que acometió el Consistorio a comienzos de este siglo fue positiva, «pero ahora la tienen un poco abandonada, la verdad, y creo que se deberían de arreglar las columnas , darles una mano de pintura a los grafitis, y no es habitual que vengan a limpiar el suelo de La Corredera y está sucio: una vez a la semana tampoco es mucho pedir que vengan a quitar la suciedad».

Tampoco está de acuerdo Marín con el planteamiento de la zona Acire: «Al levantar la pilona a las doce de la mañana obliga a los repartidores a hacer muy rápido la distribución en los bares, y eso a veces crea problemas por la prisa con la que tienen que hacer su trabajo».

Manuela Palomo (Artesanía Palomo): «Me gustaba más con los puestos de los pueblos, éramos pobres y felices»

¿Que el tráfico esté vedado a residentes es siempre un problema? Discrepa María Jesús C., que vive en un apartamento que da al Arco Bajo. «Me parece que Córdoba tenga esta plaza es un privilegio . Lo que más me gusta es la tranquilidad de los momentos en los que no hay ruido en los veladores. Vengo de Madrid, donde me crié, y creo que la Plaza Mayor no tiene mucho que envidiarle», reseña esta bióloga que trabaja en una empresa del sector del vino en el término municipal de Montilla.

Puestos en la plaza de la Corredera de Córdoba Valerio Merino

Los turistas no siempre son un problema. Yelda Hernández es nueva en el lugar: en 2019 montó una heladería que da desde entonces un servicio que no existía. «El monumento necesita un cuidado y un glamur como tercera plaza mayor de España, y es la única que no lo tiene», asegura. «Con todo, creo que mantiene su carácter como sitio de encuentro, de conciertos, de conferencias, de vida social, y no olvidemos que es un barrio céntrico donde tenemos un mercado y un montón de servicios que los usamos por vecindad, y que todo eso tiene que convivir con la afluencia de turistas, que no paran de llegar», resume la hostelera.

Manuel Torronteras (Artesanía Torronteras): «Lo que nos ha dado la puntilla ha sido la activación de la zona Acire»

El retrato del paisanaje de La Corredera queda incompleto sin la voz de una placera de Sánchez Peña , que en este caso es la de G loria Casado , al frente de Zurera Especies. «Llevo aquí casi ocho años, y creo que el principal problema son los aparcamientos para facilitar las compras, sobre todo teniendo en cuenta que se trata, en su gran mayoría, de clientes mayores a los que les cuesta llevar la compra a su casa», manifiesta. Y si alguien sabe la vida y leyenda del lugar es Manuela Palomo, la inefable dueña de Casa Palomo , con 51 años de antigüedad en el enclave: «Me gustaba más mi Corredera antigua, cuando estaban los gitanitos y los vendedores de los pueblos: éramos pobres pero felices », sostiene.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación