Primera plana

Plan Turístico de...Grandes Terrores

La gestión municipal de los cinco millones de este programa es para chillar más que los protagonistas de «Scream»

Calle Capitulares y el Templo Romano recién restaurados con fondos del Plan de Grandes Ciudades VALERIO MERINO
Baltasar López

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El Ayuntamiento de Córdoba homenajea en la semana de los Goya al cine de miedo con la emisión de la última entrega de una de sus mejores sagas de terror: el Plan Turístico de Grandes Ciudades . Hemos asistido a la acongojante historia de un Consistorio incapaz de gastarse cinco millones -tres los pone la Junta y los otros dos Capitulares- en cinco años y medio en un sector clave para la economía local. El programa que debía haber estado ejecutado en 2016 va por su tercera prórroga y, ante la imposibilidad de conceder más moratorias, el Ayuntamiento y el Ejecutivo autonómico le van a dar carpetazo este año, con una previsión de que se haya ejecutado el 65%, evitando que las arcas municipales se pudieran ver penalizadas. Es para chillar más que los protagonistas de «Scream».

Su ejecución no empezó bien, ya que el PP se la tomó con calma. Aquello ya empezó a ponernos el vello de punta, pero, cuando se nos salió el corazón por la boca, fue a partir de que IU se hizo cargo del programa en 2015 al asumir la Concejalía de Turismo. Con su parsimoniosa gestión, se veía venir que el plan tenía menos futuro que el primer personaje que se separa del grupo en una de miedo. Las prórrogas se fueron acumulando.

El pánico llega cuando se observa lo sucedido con el Convento Regina y el Templo Romano . En el primero, después de que la firma seleccionada para transformarlo en un contenedor cultural renunciara a iniciar las obras, lo que ha pasado con la rescisión del contrato da más miedo que si uno se topa de noche de morros con Freddy Krueger, Jason y Chucky.

El Consistorio, enredado en los errores del pasado mandato, lleva 18 meses intentando anular dicha vinculación. En cuanto a los trabajos para hacer visitable el Templo Romano, que la firma adjudicataria abandonó habiendo ejecutado una mínima parte, llevan parados desde mediados de 2019 y esperemos que la rescisión de ese contrato no nos dé sustos similares.

El Plan Turístico de Grandes Terrores (perdón, Ciudades) tiene otros episodios que acongojan: debía financiar una estrategia para combatir la contaminación visual en el Casco que nunca llegó; iba a dotar de iluminación ornamental a la Puerta del Puente , proyecto que no prosperó por el detallito de que la Consejería de Cultura lo vetó, sirvió para abrir el Museo de los Patios de Córdoba (Trueque, 4) que hoy no funciona de forma estable…

Al final, la gran actuación que deja es la peatonalización de Capitulares, que no es que vayan a venir en masa de Francia, Estados Unidos o Japón a verla. El balance da pavor, pero en el Ayuntamiento ni se inmutan. Cs, que lleva Turismo, ya ha anunciado otro Plan Turístico para 2021 con la Junta. Y a vender eso se dedicará, cuando con la misma intensidad debería entregarse -lo tiene fácil, pues no ha tenido responsabilidad en ello- a explicarnos con todo lujo de detalles por qué nuestro dinero se ha gestionado de forma tan aterradora.

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