Comercio
Placeros de Córdoba: «Antes íbamos a matar chivos, que se vendían muchísimo»
Los propietarios de puestos recuerdan el pasado de las plazas de abastos y miran al presente
La vida que bulle en las plazas de abastos se palpa hablando con los propietarios de los puestos. Como Alfonso Alcántara , el tendero más veterano de la plaza de Ciudad Jardín, con 38 años en la carnicería familiar. «Como llevo aquí tanto tiempo he visto las costumbres antiguas y cómo hemos cambiado », declara. Como ejemplo, cita que «antes cuando cerrábamos íbamos a matar conejos y chivos , que se vendían muchísimo y ahora es casi imposible encontrarlos».
O las gallinas, que «se compraban vivas y era el propio carnicero el que las mataba » para más tarde pelarlas en el mismo puesto. Alfonso, que se define como comprador en Internet porque «no nos queda otra», reconoce que «nunca compraría alimentos ‘online’, salvo cosas especiales como un vino muy exclusivo, pero por lo demás no creo que peligremos».
Manuel Ruz , presidente de la plaza de Ciudad Jardín y propietario de una pequeña tienda, disfruta de su trabajo. Asegura que «a mí me gusta tanto la vida del mercado que no renuncio a esto ». Tiene que hacer sacrificios a diario, puesto que se desplaza desde Montalbán cada mañana y antes de las 7 ya tiene su puesto abierto, porque «el mercado es donde empieza la vida de la ciudad» . Tiene muchas ideas para seguir mejorando la relación con los clientes. «Nosotros queremos participar más en la vida de ellos, y que ellos participen en la nuestra». Un espíritu que solo puede aprehenderse, y comprenderse, en una plaza de abastos .
Rafael Cob os , presidente de los tenderos de la Corredera, tiene quejas para el Ayuntamiento. Para empezar, «no se arreglan las cosas que se rompen» , y pone como ejemplos las pilonas, las losas o las luminarias de la plaza. Rafael, que regenta un puesto de flores y plantas situado curiosamente fuera del mercado, en el Arco Bajo , reclama también una mayor frecuencia de los autobuses que paran en la plaza, así como más información de las líneas. Bastaría, asegura, con un panel informativo electrónico, «que no cuesta nada y aumentaría las visitas». Otro problema de la zona, en realidad común a varios barrios de Córdoba, es la falta de aparcamientos , y eso tiene difícil solución. En cuanto al aire acondicionado, «nos han dicho que estará listo para este verano, pero yo no me lo creo». Con todo ello, «nosotros tratamos de dar un mejor servicio a nuestros clientes, pero nos tienen desplazados».