¿Qué piensan Francisco y Celia, los dos alumnos de Córdoba con mejor nota en Selectividad?

CADA año son varios miles —rondan los 5.000— los alumnos que se presentan a la Prueba de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Pevau), pero sólo dos pasan a la historia como las mejores calificaciones del curso. Uno como la mejor calificación de la Selectividad en sí y otro como la mejor media de acceso a la Universidad. Dos de entre miles de estudiantes. Y ayer, tras conocerse los resultados del curso 2017-2018, salieron los dos nombres a la palestra. Celia Jiménez, con un 9,7, en la primera de las categorías; y Francisco Javier Urríos, con un 9,86, en la segunda. Hay que decir que este último muy cerca de Celia como mejor nota el Pevau, con un 9,66. Apenas unas centésimas de diferencia entre ambos. Sea como fuere, ambos encabezan el cuadro de honor en la provincia de Córdoba.

Urríos, alumno de La Salle, es un «10» con todas las letras. Ésta fue la calificación que obtuvo al término del Bachillerato en el centro lasaliano. Eso, sumado al citado 9,66 del examen, lo dejó con un 9,86. Adaptado además a las calificaciones nuevas ha sacado de media —entre Bachiller y Pevau— un 13,845 de 14 puntos posibles. «Estoy muy contento, sabía que la prueba me había salido bien, pero no tanto», declaró el joven, que agregó que necesitaba un 12,3 para entrar en Ingeniería Aeroespacial. Es decir que le sobrará más de un punto y medio.

Ahora le toca elegir. «Seguramente la estudie en la Universidad de Sevilla, con idea de poder realizar unas prácticas en una empresa importante como Airbus, que tiene sede allí».

Celia Jiménez, de 18 años y mejor nota de Selectividad gracias a su 9,7, tendrá, con las calificaciones nuevas una media de Bachiller y PEVAU de 12,903. Esta calificación le ha valido para entrar en la Academia de Oficiales de la Guardia Civil, donde, puntualizó le valía un 12,2. A diferencia de Francisco Javier, ella aún no tiene todo hecho para cumplir su sueño e ingresar en el Cuerpo. Ahora tendrá que pasar las pruebas físicas y psicotécnicas, para las que lleva preparándose de Semana Santa, alternando «ejercicio con estudios». Se trata de una salida profesional con mucha vocación, ya que su padre es militar y participa en las misiones de la Antártida.

«No sé exactamente a qué dedicarme en el futuro, pero la Guardia Civil ofrece muchas ramas y opciones. De momento me gusta Policía Judicial», apuntó Celia, estudiante del instituto López Neyra y ex del colegio Tirso de Molina. «Me he preparado en casa, he estudiado mucho pero sin ninguna planificación estricta. Hay que estar muy preparada porque en tres días te juegas el futuro», afirmó, al tiempo que reconocía que se puso «nerviosa al principio de cada examen».