Tribunales

Piden 22 años de cárcel para el padre del chico muerto en 2012 en Palma del Río tras reabrirse la causa

El tío del chico que apareció muerto con 17 puñaladas y el cuerpo quemado afirma que «llevamos nueve años esperando este momento; por fin el caso llega a juicio»; la Audiencia sentará en el banquillo al progenitor del chico

La Audiencia de Córdoba reabre el caso de la muerte de un joven en Palma del Río y juzgará a su padre

El caso se juzgará en la Audiencia Provincial de Córdoba V.M.

D.Delgado

Una muerte en extrañas circunstancias, casi nueve años sin indicios claros para llevar a nadie al banquillo y una familia destrozada y sin expectativas de obtener una respuesta... hasta ahora. El caso del joven palmeño Miguel Rodríguez , un joven de 19 años cuyo cadáver apareció el 21 de diciembre de 2012 en una casa de campo que la familia poseía en Los Cañuelos, ha sido reabierto por la Audiencia Provincial de Córdoba, que llevará al padre del chico al banquillo .

La acusación particular ejercida por el letrado Francisco Muñoz Usano solicita 22 años y medio de prisión por un delito de asesinato con agravante de parentesco.

El tío de Miguel, Santiago León , todavía no se cree la noticia. «Ha sido una alegría inmensa. Llevamos más de ocho años luchando para que se haga justicia por la muerte de mi sobrino, esperando este momento», explica, emocionado.

El cuerpo del joven apareció en extrañas circunstancias : presentaba una veintena de puñaladas, un golpe en la cabeza y estaba quemado. Las primeras informaciones que trascendieron tras el suceso apuntaban a un suicidio , «una hipótesis que barajó la Guardia Civil y que despistó muchísimo. Para mí siempre ha tenido más peso el informe forense, que apuntaba a un homicidio, por la cantidad de heridas y las circunstancias de la muerte», señala León.

La familia materna de Miguel siempre ha centrado todas sus sospechas en el padre del joven como autor material de los hechos . «Nos sorprendió muchísimo que no se lo llevaran arrestado. Tenía una malísima relacion con el chico; llegaron incluso a las manos y el progenitor estuvo hasta en el calabozo por ello en una ocasión», revela el tío.

El padre, el único con llaves de la casita

Añade que «el padre era el único que tenía llaves de la casita de campo en la que apareció el cuerpo de Miguel, donde el chico vivía a raíz de la mala relación con su progenitor. El día que encontraron a mi sobrino, la casa estaba cerrada por dentro».

A pesar del tiempo transcurrido, «el padre (expareja de mi hermana) nunca se ha dirigido a nosotros para decirnos nada ; ni para acabar con las sospechas, hablarnos de su hijo, ni nada por el estilo».

La madre de Miguel, Carmen León, « dejó al padre de mi sobrino poco después de su muerte . Ella está también muy contenta de ver algo de luz por fin. Son ya muchos años de sufrimiento», cuenta Santiago.

Las incógnitas que rodean a este caso son muchas y, tanto la Audiencia como la familia de Miguel esperan que el jurado popular puedan aclararlas. Por el momento, la causa solo cuenta con acusación particular , ya que el Ministerio Público no se ha personado, aunque no descarta hacerlo una vez se presenten las pruebas, siempre y cuando considere que hay indicios suficientes para formular su escrito.

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