ESTUDIO DEL SAE
El perfil del parado joven en Córdoba: mujer, del sector servicios y con estudios secundarios
Pese a no llegar a la treintena, uno de cada cuatro jóvenes desempleados lleva más de un año sin lograr trabajo
El informe «El mercado de trabajo de los jóvenes» relativo a 2020, del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), permite trazar un retrato robot de los desempleados de la provincia menores de 30 años . Según los indicadores de paro registrado a 31 de diciembre en las oficinas de empleo, su perfil es éste: mujer, con estudios secundarios, del sector servicios y que lleva parado más de un año.
En la provincia, al concluir el pasado ejercicio, había 15.075 jóvenes sin empleo . Entre ellos, dominaban las mujeres . Eran 10.251 y suponían el 57,3% del global . El peso que tienen es menor que el que ostentan las féminas sobre el conjunto de personas sin trabajo de la provincia: representan el 59,8%.
En cuanto a su preparación , de cada cien desempleados que aún no eran treintañeros , prácticamente 62 tenían estudios secundarios (ESO, Bachillerato o FP de Grado Medio). El informe no ofrece indicadores que permitan ahondar en el problema de que muchos jóvenes sigan dejando el sistema educativo sin ninguna preparación laboral.
5.850 en busca de su primer trabajo
En Córdoba, este colectivo trata de encontrar empleo fundamentalmente en el sector servicios : la mitad de los desempleados jóvenes pertenecía a ese área de actividad . Cuando acabó 2020, eran nueve millares . El resto de sectores arrojaban ya cifras muchísimo menores: agricultura (1.568); industria (864) y construcción (596). Eso sí, aquí, hay otro grupo fundamental. Es el de lo que buscan su primer empleo . Cuando echó la persiana 2020, eran 5.850 jóvenes los que estaban en esta situación. Eso implicaba que uno de cada tres parados menor de 30 años en Córdoba estaba intentando estrenar su currículo.
A finales de 2020, los que llevan más de un año parados eran 4.530. Esa cifra dobla a la que había en 2019
Otra característica del retrato de los parados está en que, pese a que su DNI aún no marca muchas primaveras , un gran número de ellos ya saben lo que es llevar mucho tiempo sin hallar trabajo . A 31 de diciembre de 2020, había 4.530 jóvenes que llevaban más de un año desempleados . Era el subgrupo más numeroso: uno de cada cuatro parados menores de 30 años se había convertido ya en un desempleado de larga duración.
Esto no era así hace un año. Al acabar 2019, los que llevaban más de 365 días sin poder trabajar suponían un 17% del global de los jóvenes afectados por esta lacra. Y es que en el último ejercicio, los desempleados de larga duración se han doblado. Eso supone que muchos jóvenes que ya estaban parados antes de desatarse el Covid se han topado con un muro infranqueable para conseguir ocupación con la recesión desatada.
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