Patios de Córdoba

Los Patios de Córdoba vuelven en Navidad con aroma de alhucema, brasero y villancicos

La apertura extraordinaria de los recintos comienza como una oportunidad para admirar los ciclos de las plantas y la vida

Patios Navidad Córdoba | Más de 40 recintos abrirán sus puertas desde mañana cargados de actividades

El patio de Parras, 8, decorado para la Navidad Valerio Merino
Luis Miranda

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Lo que en primavera es calor, ahora es calidez. Lo que en mayo es un arco iris lleno de matices, ahora son flores que resplandecen en el mar quieto del verde que todavía está latente. Las tardes interminables que ya presagian el verano ahora son breves y tienen el aire acogedor de las noches al calor del brasero .

Los geranios, las gitanillas y las rosas con su sutileza dejan el sitio al rojo intenso de los pascueros . El flamenco del ambiente y las sevillanas entre las Cruces y la Feria ahora tienen los cascabeles y la percusión de los villancicos . Ha empezado este miércoles.

Los Patios de Córdoba se desestacionalizaron hace ya algunos años para poder abrirse en otoño, como pasó en la edición que se trasladó el año pasado por culpa del coronavirus , pero siempre queda la tendencia a comparar con mayo, porque la naturaleza no cambia y las flores que se colocaron en los arriates y en las macetas siempre dan el mejor color cuando el sol está muchas horas en todo lo alto.

Los Patios en Navidad ya son un clásico en los últimos días de diciembre a través de un sistema distinto al de mayo, ya que no abren todos los días, sino en rutas de una sola jornada . Ayer comenzó por un camino que iba desde el convento de Santa Marta hasta el corazón de San Agustín.

Patio del número 5 de la calle Parras en Córdoba Valerio Merino

Tras su éxito de mayo, el monasterio de Madres Jerónimas se ha sumado a esta ruta, que continúa luego por la caercana calle Pedro Fernández. Allí su dueña, Ana Balbuena , cultiva las plantas con esmero todo el año, sin recurrir a las estacionales que apenas son capaces de lucir una primavera.

Allí lucen ahora muchos colores en la Navidad latente, pero también la promesa de que se multiplicarán cuando la primavera ya sea un hecho. Por todas partes abundan belenes y decoración navideña .

Por allí llegaron los visitantes, ya con la noche caída, hasta la calle Parras, guiados por la espadaña iluminada de San Agustín . Desde su año su nombre suena a patios, a vida en el interior, a vieja arquitectura y a días acompasados al cuidado de todos los elementos que los hacen bellos.

El número 8 es una de las casas más antiguas que se abren a los patios y si alguna vez se intuye en ella lo dulce de una siesta en las galerías de madera vieja, ahora huele a alhucema y a villancicos tradicionales . Los colores se sustituyen con la fuerza del limonero, con la frondosidad de la esparraguera y con el pozo que nunca deja de presidirlo.

En el número 6 la arquitectura tiene algo de antigua y también un poco de moderna, pero se siente la vida de las familias que ya esperan el momento de poder sentarse a la mesa. La noche es algo fría, pero de vez en cuando llegarán coros que ayudarám a los que visiten los patios a disfrutar más de la vista.

La ruta termina en el número 5, un recinto de arquitectura moderna que sus dueños han llenado de plantas frondosas . La gigantesca costilla de Adán de una esquina no cambia de color en Navidad y de vez en cuando emegen plantas con flores. Los colores pueden cambiar, pero no la intensidad de entrar en los Patios de Córdoba.

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