Patios de Córdoba

Patios de Córdoba 2021 | San Pedro y Santiago, las perlas ocultas para comenzar la fiesta

Los barrios antiguos recogen recintos centenarios y otros que han recogido el espíritu

Todo lo que necesitas saber sobre la Fiesta de los Patios de Córdoba 2021 en su centenario

Dos visitantes en el patio de la plaza de Las Tazas. En el vídeo, patio de la calle Aceite Valerio Merino
Luis Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay tantas ganas de empezar los Patios de Córdoba que muchos no han reparado en mirar las horas. Piensan que los propietarios han madrugado tanto como ellos, pero las puertas no abrirán hasta las 11.30.

En ese momento empieza la fiesta , que no es de excesos, sino de contención y de contemplación, de hablar poco y escuchar mucho, de andar y mirar. Siempre hay zonas más concurridas y otras más escondidas, y se puede empezar por la número 4, San Pedro y Santiago .

Allí está Barrionuevo, 43 , que es un patio nuevo, pero que recogió sin mimetismos el espíritu de la fiesta. Por eso la buganvilla y el rosal trepador conviven con los cactos, la cola de gato y los arriates en que crecen tantas especies.

Por allí late la historia más pura en la calle Tinte , en una casa que ya existía en el primer catastro y donde Ana Muñoz atiende contando la historia de su galería, de sus puertas originales y del majestuoso naranjo .

Los visitantes pueden después recorrer la amplitud exuberante de los que están en la Casa de las Campanas , con todos los testimonios de su arquitectura mudéjar, y reparar en los colores cárdenos y en la originalidad de las centáureas .

Patio de la calle Tinte, 9 Valerio Merino

Algo más allá, en la calle Aceite , se alegra sobre todo el oído escuchando la fuente llena de pétalos, y se pasa de un patio en que se recibe a otro muy exuberante en el que se hace vida, con una espectacular palmeras y muchas especies en torno a la piscina.

Los visitantes han seguido después hacia varios patios clásicos. El de la calle de la Palma no es de vecinos, sino con portada señorial, y seduce ya desde la buganvilla, pero también con la fuente en que se ha colocado una Inmaculada de lata. Las celindas no han llegado a mayo.

Es una Córdoba de calles escondidas y secretas que sigue por Isabel II, en un patio antiguo con un capitel visigodo y otro califal y donde las familias siguen conviviendo y mostrando orgullosas su jazmín de leche, nuevo este año.

Y termina en el espacio infinito de la plaza de Las Tazas, que Cristina Bendala reconstruyó con señas de identidad propio, como el bambú que tanto gusta a los niños, y con la riqueza propia de los patios de siempre. Mucho por disfrutar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación