Demografía
Las parcelaciones de la Sierra y la periferia sostienen la caída de la población de Córdoba en diez años
El núcleo urbano pierde un 2 por ciento de sus habitantes desde 2009 mientras las afueras reciben a un 12 por ciento más de vecinos
La zona de Nuestra Señora de Linares, que duplica población, y Las Quemadas son las que más crecen
La capital cordobesa ha perdido población a lo largo de la última década, pero el grado de inclinación de esa línea descendente cambia según se mire al núcleo urbano o al conjunto del municipio. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, a uno de enero de 2019 Córdoba tenía 325.701 habitantes, unos 3.000 menos que diez años antes, cuando la población ascendía a 328.428 personas. Esto supone una disminución del 0,8 por ciento en la que ha jugado un papel esencial la llegada de inmigrantes que han hecho de Córdoba su nuevo hogar. Sin embargo, en el núcleo urbano la caída es más acusada y llega al 2 por ciento. De los 299.132 vecinos que tenía la capital enm 2009 se pasó, diez años después, a 292.887.
Lo que dicen estos datos es que mientras la población de la ciudad consolidada baja, los habitantes de su entorno crecen en barriadas periféricas y parcelaciones . Los cordobeses afincados fuera del núcleo urbano han pasado de 29.296 a 32.814 en dize años, lo que supone un crecimiento del 12 por ciento. Así se desprende de la estadística «Nomenclátor: Población del Padrón Continuo por unidad poblacional» que publica el INE y que refleja la evolución que ha tenido cada núcleo de habitantes en este periodo.
En términos porcentuales, el mayor crecimiento lo experimenta la zona de Nuestra Señora de Linares , en la Sierra , que ha casi duplicado su población pasando de 1.562 a 2.973 personas. El aumento poblacional se concentra en la parcelación de Doña Manuela , que en 2009 solo tenía 826 habitantes y ahora cuenta con 2.084. Sin embargo, el crecimiento se reparte también en Torreblanca (de 209 a 398 vecinos) y en zonas diseminadas. Hay 236 cordobeses viviendo en casas no agrupadas del entorno. En las Ermitas se ha pasado de 293 a 350 vecinos, un alza del 20 por ciento.
En el entorno de la ciudad palatina de Medina Azahara se da la circunstancia de que la población ni ha crecido ni ha disminuido en los últimos diez años. Hay censados exactamente el mismo número de vecinos: 670. Sin embargo, si se baja al detalle de las parcelaciones se observa que se han producido cambios. La Gorgoja y Las Pitas han crecido en habitantes mientras la población diseminada ha caído progresivamente.
También crece de forma significativa la población de la zona de Las Quemadas , que ha ganado un 25 por ciento de vecinos pasando de 1.761 a 2.199. Las parcelaciones de la Campiñuela Baja (389 vecinos a inicios de 2019), Montón de Tierra (493) y Las Quemadillas (726) son las principales responsables de este crecimiento. También destaca la subida experimentada en Los Arenales , que ha ganado un 60 por ciento de población pasando de 328 a 526 vecinos empujado sobre todo por el crecimiento de Las Jaras . En este núcleo poblacional hay ahora 408 vecinos, que son cien más de los que había en 2009.
Las parcelaciones que rodean la barriada periférica de Alcolea también han crecido en estos diez años, haciendo que este núcleo poblacional gane un 9,4 por ciento de habitantes en ese periodo. Encinares de Alcolea ha pasado de 527 a 816 habitantes (un 54,8 por ciento) y la población diseminada en casas sin agrupar ha crecido un 32,58 por ciento en la última década. Algo similar sucede en la otra punta de la ciudad, en Villarrubia . Allí los habitantes han crecido un 4,5 por ciento empujados por esa población diseminada, que ya supera las 2.300 personas. Mientras, en el Veredón de los Frailes los habitantes caían un 16 por ciento.