Arqueología
La panadería de Ategua, el punto por el que vuelve a emerger el pasado romano del yacimiento de Córdoba
Las investigaciones avanzan en el concimiento de la ciudad situada junto a la barriada de Santa Cruz
Los arqueólogos han vuelto a Ategua para excavar su suelo, interpretar lo que tienen delante de los ojos y mostrar la importancia de los hallazgos. Después de décadas de espera en las que se consiguió consolidar la muralla o vallar y proteger la zona, el conjunto arqueológico situado junto a la barriada periférica de Santa Cruz en Córdoba vuelve a tener novedades que mostrar y así seguirá en los próximos años.
Las sorpresas no han dejado de aflorar y la Junta de Andalucía tiene intención de seguir comprometiéndose con anualidades de 75.000 euros en los próximos ejercicios. Son cantidades similares a la que se han invertido en los últimos años, hasta llegar a los 375.000 en total, hasta 2024.
De aquellas últimas intervenciones de hace cuarenta años son las estructuras que ahora están más a la vista en Ategua; de los últimos tiempos son los restos que han aparecido fuera de esos muros y que hablan de la etapa romana de la ciudad. Primero, explica el arqueólogo Juan de Dios Borrego , se hizo una prospección física, «una radiografía del subsuelo», y ahora la excavación busca ver que lo que se ha encontrado «es real», que se corresponde con la realidad.
Así ha pasado, pero también se buscan completar excavaciones que ya estaban abiertas. Una de ellas es la de las termas , que ya se conocían, pero se buscaba «conocer la secuencia temporal ». Por eso se ha visto que continuaban hacia el este, pero también han visto «un establecimiento nuevo». En Ategua han encontrado uno de los nudos viarios fundamentales en las calles trazadas por los romanos: el cruce entre el cardo máximo y el decumano máximo , las vías que organizan el dibujo viario de norte a sur y de este a oeste. En ese lugar estaban las termas y el nuevo establecimiento que ha aparecido, y que es una panadería .
No ha sido un trabajo sencillo por el lugar en que están las estructuras que han emergido. «Esperábamos que estuvieran a un metro de profundidad y están a dos y medio», cuenta. Eso significa más trabajo y también que se consuma una parte del presupuesto. La panadería ahora tiene a la vista varias estructuras, de la que llama la atención el horno .
Para los arqueólogos, los trabajos confirman que el urbanismo que indica la prospección «realmente existe» y abre «una gran perspectiva para investigar ». Primero, porque a la hora de excavar y de buscar ya se puede decidir a dónde ir en primer lugar. También para la visita al yacimiento, para que los caminos de visitas se adapten a la ciudad romana. Ya se han podido encontrar hasta 76 calles, que forman 59 manzanas de viviendas y de edificios en la época en que Roma organizó con sus criterios aquella ciudad.
El campo de la investigación está abierto y también las posibilidades, ya que la Universidad de Córdoba va a abrir un plan general de investigación a cinco años, y eso va a servir para estudiar un edificio singular. «Es un edificio de planta curva y si todo va bien la excavación comenzará en octubre o noviembre», afirmó el arqueólogo.
La prospección ha permitido conocer que las estructuras de esta construcción están al sur de la ciudad romana , y allí buscarán para conocer de qué se trata exactamente. Tanto la mayor parte de los caminos como la zona lisa en la que ahora crece algo de vegetación esconde a unos metros restos de edificios . Pero la prospección ha cambiado la percepción, ya que antes «sólo se veía el recinto de la muralla medieval», que es lo que corona el conjunto por estar a mayor altura, y ahora hay «una ciudad completa».
En las excavaciones han aparecido estructuras y también objetos que se han podido rescatar y que hablan de la vida que se hacía en la ciudad. Hay lámparas romanas y también el fragmento de una escultura de mármol, en concreto una parte de la mano de la que ya están naciendo los dedos. Para los arqueólogos este dato es importante, ya que se pensaba que la ciudad de Ategua era «muy indígena », es decir, que aunque perteneciera a Roma sus usos y costumbres todavía eran anteriores a la influencia latina. Lo serían en algún momento, pero a partir de cierta evolución, hallazgos como este fragmento de mármol muestran que la influencia de la cultura romana sí que se hizo patente.
Lo que sí han revelado los trabajos arqueológicos en varios momentos es que la Ategua romana se abandona hacia f inales del siglo I o primeros del II. Por eso no se vuelve a construir sobre las casas y estructuras que ya existían. Eso permitió que se conservaran y que ahora puedan salir a la luz.
En otros lugares quedan testimonios de conflictos bélicos. El más importante, el largo asedio de las tropas de Julio César a la ciudad en el año 45 antes de Cristo, cuando intentaba vencer a todos los partidarios de Pompeyo , muy mayoritarios en tierras cordobesas. No consiguió ganar la ciudad, pero sí rendirla. En Ategua han aparecido bolas de catapulta de época romana y también testimonios de otro conflicto mucho más reciente.
Noticias relacionadas