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Palabras para el colegio Ahlzahir
La única forma segura de equivocarse en la vida es haciendo daño a los demás
El pasado viernes fue la imposición de becas a la LI Promoción del Colegio de Fomento Ahlzahir , donde tuve el honor de impartir la conferencia. En 1963 un grupo de padres cordobeses se reunía en el consultorio de José Navarro con el propósito de construir un colegio. Alquilaron un chalet en El Cerrillo como sede provisional y la búsqueda de alumnos se hizo con la guía telefónica, leyendo los nombres y escribiendo a quienes pensaron podía interesarles. Luego, con gestiones personales fueron explicándolo. El 2 de octubre de 1963 abría sus puertas . En 1970 se inauguraba la sede actual en Poeta Valdelomar Pineda. Fue el primer colegio de Fomento de Centros de Enseñanza, que hoy cuenta con 35 por toda España.
Compartí con los 45 graduados los principios que rigen mi vida: Elegir metas claras -los fallos no cuentan cuando nuestros pasos son firmes hacia metas brillantes- caminos verdaderos y acompañantes fieles; procurar hacer el bien, porque como decía Albert Camus : «La única forma segura de equivocarse en la vida es haciendo daño a los demás»; tener claro que el verdadero poder siempre es servicio, servicio a los demás, al bien común. Y les dejé un «Decálogo para un joven preuniversitario»: 1. Vive la vida, 2. Sé feliz y procura que tu felicidad se derrame sobre los demás. 3. Cuida tu inteligencia, conciencia, corazón y tus obras. 4. Recuerda tus señas de identidad como persona, hijo de Dios y ciudadano. 5. Elige con responsabilidad tus fuentes de información y formación. 6. Nunca te rindas. 7. Identifica a tus enemigos, los falsos dioses, falsos paraísos, falsas felicidades. 8. Conoce los «valores materiales del mundo», poder, dinero y placer. 9. Conoce los valores que realmente permitirán un mundo mejor, verdad, amor, justicia y libertad. 10. Avanza, no te detengas .
El acto fue presidido por el director de Ahlzahir, Alfonso Giménez Gavilán. Los delegados de la promoción, Ignacio González Jurado y Javier Ruiz Alcalá narraron una memoria llena de entrañables anécdotas. El canto final del Gaudeamus y el marco del Campus de Rabanales fueron un guiño a su inminente futuro universitario.
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