Paisajes de Córdoba
Así amanece Córdoba camino de las Ermitas
El paraje de la Sierra ofrece vistas inigualables de todos los paisajes de la provincia de Córdoba

Desde principios del siglo XVIII, las Ermitas de Córdoba , también conocidas como el Desierto de Nuestra Señora de Belén , fueron el lugar perfecto para cobijar a ermitaños o anacoretas que querían retirarse a la soledad y calma de la montaña a meditar. La construcción del primero de estos recintos (suman trece en total) se llevó a cabo en 1703.
Cuatrocientos cincuenta y tres hombres habitaron las Ermitas de Córdoba . Escogieron voluntariamente la soledad y el silencio para el desarrollo de su vida espiritual. Aquel paraje y sus ermitaños resultaron siempre muy queridos para Córdoba, hasta el punto que cuando en 1836 la Desamortización lo suprimió, el Ayuntamiento se dirigió al Gobierno para que lo restituyese, como así fue. Finalmente, en 1957 , una serie de factores personales y circunstanciales hicieron que el propio Obispado de Córdoba liquidase la vida eremítica .
Ningún cordobés debería privarse de subir hasta allí y obsequiar su visita a quien venga de fuera . Las Ermitas son lección de espiritualidad , pero también de geografía, porque desde ese mirador del bosque mediterráneo se pueden contemplar las pinceladas que definen los diversos paisajes de nuestra provincia : la Sierra de Córdoba, eslabón de Sierra Morena, el Valle del Guadalquivir, la Campiña y la Subbética . Además, no hay mejor sitio para visualizar la magnitud de la ciudad de Córdoba y divisar en lontananza algunos de sus bellos pueblos o monumentos señeros, como el castillo de Almodóvar del Río .
Estos paseos matutinos, al amanecer , son los que permiten contemplar estampas como las que acompañan a estas palabras en una mañana más fría de noviembre y mientras la pandemia sigue quitando el sueño a muchos cordobeses.
La poesía de Antonio Fernández Grilo (1845-1906) siempre ha servido para describir las sensaciones que produce este paraje que cada domingo, si el tiempo acompaña, se convierte en un ferviente reclamo de senderistas y creyentes que acuden a misa de 10 de la mañana bajo la estela del Sagrado Corazón de Córdoba .
Los versos de Fernández Grilo , que se pueden encontrar en algunos puntos del recinto, lo dicen todo: «La vista arrebatada / vuela en su anhelo / del llano a las ermitas, / de ellas al cielo. / Allí olvidan las almas / sus desengaños; / allí cantan y rezan / los ermitaños. / ¡Muy alta está la cumbre, / la cruz muy alta! / ¡Para llegar al cielo / cuán poco falta!».
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