Entrevista
Paco Jémez: «Jugar al fútbol sin público es como un cocido sin garbanzos»
El técnico cordobés del Rayo Vallecano aguarda la vuelta a la competición tras la crisis del coronavirus
Paco Jémez tiene la virtud de no dejar indiferente. Decidido y directo, el entrenador cordobés vive la crisis del coronavirus en Madrid como entrenador del primer equipo del Rayo Vallecano . Está a la espera de saber si se reanudará la competición, pero sin olvidarse de Córdoba, donde tiene a la familia y al equipo de su corazón.
-¿Cómo lleva el confinamiento y la pandemia?
-Es una de esas cosas que te toca vivir en la vida y ha sido la que le ha correspondido a nuestra generación. Es una situación que no deja de ser preocupante, porque estás pendiente de tus seres más queridos y de la gente en general. Son muchas muertes las que se han producido en este tiempo.
-¿Le parece bien que se hable de fútbol en este periodo?
-Hay que tener mucho cuidado. Todos pensamos en pensar recuperar nuestra vida y hay mucha gente que lo está pasando mal. Pero es lícito que la gente piense en el fútbol y se ilusione, aunque no es lo más importante. Lo más importante es la familia y la salud.
-¿Qué hace ahora un entrenador?
-Es difícil preparar el trabajo. Una cosa es el protocolo de trabajo y otra cosa es lo que hagamos. Es un camino inexplorable, porque es nuevo. Hay que ir viendo cómo viene todo, porque nadie sabe cómo se va a desarrollar. Se pueden planificar escenarios, pero éste es un camino que nadie ha andado.
-¿Pararía el fútbol y a esperar?
-En cualquier decisión que se tome habrá beneficiados y perjudicados. Hay países que han antepuesto la salud. En otros países, se están anteponiendo intereses económicos. Lo único que tengo claro es que hay países le han dado importancia a la economía que a la salud. La situación mejora, pero luego te encuentras con repuntes de muertos. Nadie ha hablado de volver a jugar y hay que esperar.
-Ha dejado claro que no le gusta el fútbol sin público, porque ya vivió algo así en México.
Entiendo el fútbol como algo que es por y para la gente. La gente da calor y pita. Ése es el espectáculo completo. Si no vamos a tener gente no es igual. El ambiente se echa de menos. Es fútbol por el juego, pero desangelado. La motivación que tiene el jugador se pierde.
-¿Y eso de que pongan sonido ambiente en las megafonías?
-Pueden poner lo que quieran, pero no es lo mismo. Será un cocido sin garbanzos
-¿Cómo ve a sus jugadores?
-Me preocupa más el estado anímico. Ellos se cuidan y hacen sus tareas. Es el aspecto mental lo que preocupa. Hay quién ha podido perder familiares y no despedirse de ellos. Es algo a lo que se tienen que sobreponer. El aspecto anímico de los jugadores es fundamental y ellos viven con la incertidumbre.
-¿Es una competición nueva lo que queda por jugarse?
-No sé si será partir de cero, pero igual no. Equipos con inercias buenas las han perdido. Habrá los que tienen su ventaja de puntos. Además, jugando en verano afecta al rendimiento. Incluso podríamos encontrarnos con algún infectado.
-¿Y a su Rayo?
Es todo es una incógnita. Una cosa es lo que sienta de mi equipo y creo que íbamos para arriba. Intentar sacar números para estar ahí arriba es lo que nos queda. Sólo estamos hablando sobre supuestos, porque nadie sabe lo que va a pasar en función al campeonato. Nada es realidad.
-¿Cómo ve a Andrés Martín?
-Andrés aún tiene que aprender muchas cosas, pero con mucho talento es más fácil. Está en la fase de aprender a jugar al fútbol. Buen profesional y lo mejor suyo está por llegar.
-¿Le ablandó que Piovaccari quisiera venir al Córdoba?
-Le dijimos que íbamos a firmar un delantero y entendíamos que era una injusticia que no jugara. No le pusimos ninguna pega cuando le llegó una oferta. Sabíamos que todos podíamos estar contentos con ese desenlace.
-¿Se lleva mejor con Martín Presas, su presidente?
-Mi relación con el presidente sólo nos incumbe a él y a mí. O la no relación.
-¿En una situación así se ven las diferencias que hay en el fútbol?
-Esto afecta a todos. No sólo a los no profesionales. Da igual la categoría que sea. Algunos campeonatos se deberían retocar. En algunos sitios han acabado las temporadas. Cada competición debe ceñirse a su realidad.
-¿Ha visto algo del Córdoba esta temporada?
No me ha dado tiempo ver nada. Demasiado tengo con lo nuestro, que es a lo que dedico tiempo.
-Pero sin desconectarse.
-Las noticias y demás, sí. Las buenas y las malas.
-¿Le propuso León el banquillo? ¿Se alegra de ese «no»?
-Es correcto. Las decisiones no son para alegrarte o no. En ese momento, estaba descansando. Sólo supe que no era el momento. Las decisiones en esta vida se hacen en función a la información que tengas.
-Aquí hemos un master exprés de Derecho Mercantil y el Rayo un ERTE.
-Las leyes de este país son demasiado amplias. Hay términos que no conocemos y tenemos que aprender. Las empresas tienen caminos y hay alguien que sabe aprovecharse de las leyes. Siempre hay alguien que puede aprovecharse de algo que no necesita y en la pandemia ha pasado.
-¿Habla con la familia?
-Todos los días tengo con mi madre, hermana y amigos. Siempre quiero saber cómo puedo ayudarles, al igual que ocurre con muchas asociaciones que nos piden y estamos en la obligación moral de hacerlo. Siempre mucho contacto.
-Le recuerdo fotografías en México tras un terremoto.
-Allí también me tocó vivir algo muy duro y los que estábamos allí nos tiramos a la calle. Allí dejé una farmacia vacía. Aquí hay problemas ahora, pues hay que imaginarse allí cómo fue esa situación. No miré si al día siguiente tenía que trabajar. Un mejicano lo habría hecho aquí.
-¿Qué le queda por hacer en el fútbol?
-Seguir vivo en esta jungla ya es mucho. Siempre me quedan retos. Me gustaría estar luchando por un título o dirigiendo a una selección como la nuestra. La mayoría de los entrenadores no tienen la opción de ganar a lo largo de su carrera. No es algo que me quite el sueño, pero esa ilusión siempre lo tengo. Desde 2006 estoy contento porque hago lo que me da la gana. No me planteo aquello que no sé si va a pasar.
-¿Volverá a ser entrenador del Córdoba?
-Sí. Hay sitios donde es inevitable acabar. No diré nombres, pero sé que hay sitios en los que sabía que iba a estar y en los que estaré. ¿Una etapa más? Habrá.
-Aún se habla del Córdoba de Jémez de 2012.
-Aquel año fue muy especial. Con un presupuesto bajo y peleamos por el ascenso. Jugamos muy bien. La gente me lo sigue recordando. El aficionado de Córdoba entiende y ésos son los que tienen buena memoria. Córdoba es una ciudad para mucho en lo futbolístico y así se ha demostrado. Vendrán tiempo mejores.