INMIGRACIÓN
Los «otros» rumanos
De las 12.000 personas de Rumanía que trabajan en la provincia, sólo 400 son de etnia gitana
Cuidan de abuelos , se mueven por la provincia haciendo jornales en la aceituna o en la naranja, limpian casas, hacen de niñera o cocinan en un hotel. Así se ganan la vida muchos de los más de 12.000 rumanos que un día se hicieron los más de 3.000 kilómetros que separan su país de España. Son ya el primer grupo inmigrante en la provincia.
«Cuando llegué a Córdoba un 15 de julio hace 10 años me desmayé del calor; ahora es mi casa. Me encantan los Patios; conozco los museos y Medina Azahara de memoria. Se más de la cultura cordobesa que muchos cordobeses». Así de orgullosa se siente Mariana, de 31 años, que agradece muchísimo la primera familia para la que trabajó, un matrimonio de 86 y 89 años que le enseñó a hablar español, cocinar y limpiar . «Hoy en día, hablo perfectamente, y además he podido sacar el título de auxiliar de enfermería en el Instituto Ramón y Cajal ».
Así habla esta joven viuda, madre de una hija, que llegó a Córdoba a los seis meses de estar residendo su madre aquí. Hoy por hoy, como otros tantos miles de rumanos en la provincia, Mariana tiene permiso de residencia y se siente totalmente integrada. Solo regresa a su país de visita, en bodas, bautizos y comuniones.
Agilidad en los trámites
Según Gabriela Stan, gerente de la Asociación hispano rumana de Córdoba Trian , Córdoba es pionera en Andalucía en agilizar la renovación de permisos de residencias a ciudadanos procedentes de Rumanía. «Hace 5 años, a iniciativa de la Oficina de Inmigración del Ayuntamiento , nos reunimos con el subdelegado del Gobierno para llegar a fórmulas con las que pudieramos renovar los permisos de residencia en Córdoba y así fue».
Desde Traian cifran en 12.000 los rumanos en Córdoba, la mitad de ellos en la provincia y la otra mitad en la capital. Sin embargo, en cuanto a personas empadronadas en Córdoba , el Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge que son 6.754 los rumanos en el Padrón, porque hay personas que están trabajando pero no tienen permiso de residencia. Stan explica que no hay un perfil único de trabajador o trabajadora rumanos. Lo que deja claro es que la imagen de rumano gitano que dan los medios a veces se les vuelve en contra.
Sólo un 3% vive en asentamientos
En contra de lo que pueda pensarse, de todos los rumanos que trabajan en Córdoba sólo unos 400 son gitanos y viven en asentamientos .«A nosotros no nos hacen daño los rumanos gitanos , sino la imagen que se hacen los cordobeses de ellos», afirma Stan. «Cuando vienen a la asociación, nos hablan bien, son respetuosos. La imagen que se da de ellos no benficia a nadie».
Hay que entender, asegura Stan, que no quieran la ayuda de los Servicios Sociales porque «es pan para hoy y hambre para mañana; dos días, y luego vuelven a quedarse en la calle». Para los rumanos, trabajar en Córdoba es más fácil que en otras provincias. «Hemos tenido un apoyo importante por parte de la Junta, nos dieron sede el año pasado en el Ayuntamiento, sinceramente es estupenda la relación con las administrciones ».