La otra cara de una exitosa Media Maratón de Córdoba

La XXXIV edición de la Media Maratón de Córdoba , celebrada el pasado domingo tuvo a más de ocho mil atletas corriendo por las calles de Córdoba. Pese al aguacero, la prueba se celebró según lo previsto con la victoria final de Emilio Martín y Tamara Pérez .

Pero para que eso sucediese, hubo más de 400 personas que velaron para que la carrera siguiese el cauce previsto. Con el diluvio que cayó sobre las calles de Córdoba convertidas en un circuito de atletismo, más de 300 voluntarios se dejaron la piel de manera altruista para servir en las zonas de avituallamiento o estar pendientes del público en los distintos puntos de la carrera.

A esa colaboración hay que sumar a los más de 120 policías que velaron por la seguridad de todos los integrantes de la carrera, del plan de tráfico y del público. A esa seguridad se le suma también los vigilantes privados, protección civil y los empleados del IMDECO .

Ese éxito también viene derivado del buen ambiente vivido entre atletas. Pese al nivel competitivo de la prueba, la camaradería entre los atletas fue de sobresaliente. En el atletismo y en la Media Maratón de Córdoba 2018, volvió a imperar la deportividad y lo buenos gestos, con una actuación que pone a esta carrera entre las más destacadas de todo el panorama nacional.

El paso delante de los cordobeses

Tanto en el podio masculino como en el femenino hubo presencia cordobesa. Antonio Montero y Marta Polo se subieron al tercer cajón en sus categorías, por lo que el atractivo de la Media Maratón de Córdoba también se refuta en resultados entre los cordobeses.

Correr la media con el objetivo de terminarla es cosa del pasado en algunos casos. Tras el tercer puesto de Antonio Montero , el también lucentino Cristóbal García Guillén obtuvo el cuarto puesto. El top ten lo cerró otro cordobés: Miguel Espinosa de los Ángeles.

En féminas, la popular atleta Raquel Hernández obtuvo también la décima plaza, seguida de su compañera de equipo Maribel Díaz.