La oposición da un paso clave para repetir la moción de censura en Baena

La oposición municipal de Baena ha dado un paso que puede ser relevante de cara a una nueva y futura moción de censura en la localidad que desaloje al PP y Cs de la Alcaldía , un asunto que se encuentra bajo el escrutinio de un juzgado. Ocurrió en la tarde-noche del jueves, cuando los grupos políticos volvieron a enzarzarse en un punto aparentemente trivial: la aprobación del acta del Pleno que tuvo lugar en noviembre de 2020. La aprobación de actas suele ser un paso menor de cada Pleno que solo se altera cuando un capitular entiende que no se han recogido sus palabras, algo que no ocurre desde que se inventaron las cámaras de vídeo y las cintas de audio.

El acta y los documentos de fe pública del pleno del pasado mes de noviembre serán claves en el procedimiento judicial abierto (han sido reclamadas por el juzgado) y, sobre todo, en un detalle nada menor: ¿es posible presentar una nueva moción de censura? Lo que dice la ley es que un concejal solo puede firmar una moción de este tipo por mandato. La única forma de que ese cupo no se agote es que no cumpla los requisitos puramente administrativos. El PSOE e IU optaron por retirar la censura porque la coalición de izquierdas recibió instrucciones concretas de no apoyar una iniciativa que contaba con un tránsfuga. El discurso político, que contó con el aval del secretario del Pleno (una vez que se había levantado la sesión), es que no cumplía con las condiciones legales. La única verdad es que IU recibió la instrucción concreta de no apoyar el asunto después de haber forzado el pacto antitransfuguismo contra Teresa Rodríguez.

El problema no era el acta propiamente dicha sino un documento del secretario del Pleno , el funcionario Miguel Ángel Morales, que aparecía junto a ella. La alcaldesa, Cristina Piernagorda (PP), aseguró durante el tenso Pleno que ese informe no lo había pedido nadie : ni el número de concejales reglamentario, ni ella como regidora. La relación entre los grupos del gobierno, Iporba ( el partido de Luis Moreno) y el funcionario público es mala tirando a peor. Estos partidos lo acusan directamente de parcialidad en la situación política. En el Pleno, el secretario aseguró que se limitaba a cumplir sus funciones de fe pública.

La clave del informe de la Secretaría no es el dictamen mismo, una reflexión sobre la mesa de edad del Pleno. Es decir, sobre los poderes que podía o no desarrollar Luis Moreno durante una sesión plenaria que fue noticia por lo disparatada (se acusó a una concejala de IU de haber ido al Ayuntamiento siendo positivo por Covid). El aspecto relevante se encuentra en un anexo del mismo. El acta recoge exclusivamente las intervenciones hasta que Moreno levantó la sesión. El secretario del Pleno realizó un documento con todo lo que se dijo cuando la sesión ya estaba levantada . Es decir, en ese momento en el que él mismo declaró que los requisitos formales de la moción de censura no se cumplían. Por ende, que se puede presentar otra a lo largo de la corporación municipal en curso.

No es, en absoluto, habitual que se transcriban las declaraciones cuando un Pleno se ha acabado (Moreno llegó a pedir a la fuerza pública que actuase). Y la fuerza de un documento realizado por el secretario de un Pleno tiene características de fe pública. Es como si un notario hubiese acudido al Ayuntamiento de Baena a levantar acta de todo. La lectura del anexo presentado por el titular de la Secretaría General tiene la forma de un acta de todo lo que sucedió en la fallida moción de censura acreditando que esa iniciativa no fracasó sino que no existió. «¿Entiendo que no se mantienen los requisitos a la vista de la presentación del escrito?», transcribe el documento que dijo el secretario en la tumultuosa sesión. « Como portavoz del PSOE, le digo que han caído los requisito, no se cumplen por nuestra parte », contesta el portavoz socialista, José Andrés García.

La alcaldesa de Baena aseguró que el informe parecía realizado para dar argumentos jurídicos «a los abogados», cosa que fue tajantemente rechazada por el secretario general del Pleno en un ambiente abiertamente hostil entre las partes, según el vídeo de la sesión plenaria. El acta fue aprobada con los votos a favor de PSOE, IU, el anterior concejal de Iporba y parte de los concejales de Cs, que se juegan el paso del partido por la Alcaldía.