Opinión

Doble vara de medir

La «Ley del embudo» se aplica en insituciones y organismos por la clase política para conseguir objetivos inconfesables

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, en el atril Valerio Merino
José Luque

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Cuando se valoran hechos o comportamientos de manera diferente según se trate de camaradas o enemigos decimos que se usa doble vara de medir . Las personas que así actúan no son ni auténticas ni justas. No son auténticas porque no ven las cosas como son en realidad sino como les interesa verlas. Y no son justas porque es inmoral juzgar con parcialidad. Esa doble vara de medir está presente en la sociedad española y en gran parte de medios de comunicación. Pero lo más grave es ver en los políticos actuales una deshonestidad y parcialidad que clama al cielo. Quienes deberían dar ejemplo, no sólo no lo dan sino que permiten que esa injusta doble vara de medir o «Ley del embudo» sea utilizada en instituciones y organismos públicos para conseguir objetivos inconfesables, socavando la calidad de nuestra democracia y asemejándonos a países donde la libertad como derecho y la justicia como principio moral son prácticamente inexistentes. Recordemos dos noticias acaecidas en Córdoba y separadas por dos años.

El 27/08/2018, estando el Partido Popular en la oposición su viceportavoz Fuentes criticó, creo que con razón, al equipo de gobierno PSOE-IU, por el bajo nivel de ejecución presupuestaria que según afirmaba era del 21%. Dos años después, el 29/08/2020, gobernando el Partido Popular es el responsable de IU el que de manera un tanto engañosa denuncia al alcalde de ocultar la baja ejecución presupuestaria, afirmando que sólo se lleva ejecutado el 2% de lo presupuestado. A esa denuncia contesta orgulloso el alcalde Bellido afirmando que se lleva ejecutado el 20%. Como vemos, lo que era criticable por llevar ejecutado sólo el 21% del presupuesto cuando se ha recorrido el 67% del ejercicio, parece que no lo es cuando el que criticaba gobierna. El uso de la doble vara de medir denota baja catadura moral en quienes la usan.

Gran parte de la sociedad española ha aceptado como axioma o verdad que no necesita demostración la «superioridad moral de la izquierda» . ¡Craso error! Eso les lleva a aceptar ciegamente todo cuanto diga o haga esa izquierda. Falsos progresistas que se atribuyen autoridad para determinar quién es demócrata o facha; lo que deben saber o desconocer los ciudadanos y considerándose moralmente autorizados para reescribir a su antojo la reciente historia de España . Si es grave esa doble vara de medir con la que la izquierda política y mediática juzga a personas y hechos, triste es que haya personas en España que no se paren a razonar y valorar si los que así actúan son personas auténticas y justas. Como lamentable es que algunos responsables políticos que dicen ser de centro-derecha, adopten la doble vara de medir como herramienta de ataque o defensa, perjudicando la credibilidad de su formación política y forjando otro falso axioma: Todos los políticos son iguales.

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