¿Qué opinan de la Feria de Córdoba sus responsables?

¿Están cambiando los cordobeses la forma de ir a la Feria? El presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales , Rafael Bocero, cree que algo está cambiando en el Arenal. Los asociados al colectivo que preside Bocero coinciden en que este año puede haberse iniciado un cambio de tendencia en cuanto a los días de mayor afluencia. Jornadas tradicionalmente tranquilas como las del lunes y el martes han dejado este año estampas diferentes en las casetas. El segundo fin de semana , que suele caracterizarse por una menor afluencia, también ha tenido este año más acogida, según explica Bocero.

El resultado ha sido un reparto más equilibrado, porque aunque también han notado cierta merma durante los «días fuertes» no ha habido jornadas de vacío . «Se ha notado más alegría», celebra Bocero. Es una opinión compartida con el propio Ayuntamiento. La delegada de Promoción de la Ciudad -antes, Festejos-, Carmen González , celebra que la afluencia haya crecido en días como el lunes y el martes, algo de lo que también se han alegrado los feriantes, para los que también suelen ser días «flojos» y de transición.

Mientras tanto, en la «cara B» de la fiesta, el botellón que se celebra a las puertas del recinto ferial, se ha notado justo lo contrario. Al menos así lo expone el teniente de alcalde delegado de Seguridad, Emilio Aumente , que atribuye a las altas temperaturas el hecho de que la participación en el botellón haya sido menor. Aumente defiende que ha sido una feria tranquila gracias, en parte, al exhaustivo control de seguridad y a las medidas preventivas diseñadas por el operativo especial de Feria que componen las distintas fuerzas de orden. Y pese a la importante actividad que se genera en el Arenal, no ha habido incidentes de importancia que reseñar y eso es buena señal. «Sólo ha habido tres detenciones en una feria de nueve días por la que pasa casi un millón de personas», afirmó.

Alcanzar el millón de personas fue el reto que se planteó el equipo de gobierno para esta edición de la Feria de Nuestra Señora de la Salud . Desde la delegación de Promoción de la Ciudad no pueden, de momento, confirmar si se ha cumplido. González, afirmó ayer que el Ayuntamiento está «muy satisfecho» con la Feria, de la que destacó que ha sido tranquila con una bajada del número de incidencias que contrasta con el crecimiento de visitas en días que no suelen ser de gran acogida. Un broche dorado para un mes de mayo festivo en el que sólo las inoportunas lluvias que sacudieron las Cruces han impedido que brillara en todo su esplendor.

Y si las Cruces se deslucieron por la lluvia, han sido las altísimas temperaturas registradas durante los días centrales de la Feria las que han perjudicado a determinados sectores. En el mundo del caballo, por ejemplo, se ha notado una asistencia menor y la explicación más lógica que encuentra el técnico municipal responsable del paseo de caballos es que el calor ha invitado a dejarse el corcel en casa. «Lo que paseando por el arenal son 36 grados, sobre el caballo se vuelven 40», explica. Destaca la ausencia de incidentes y el respeto hacia las normas que han tenido los participantes del paseo de caballos, por donde este año se han visto más coches que jinetes y amazonas circulando por el Arenal.

Ahora, tras el fin de fiesta, una comisión municipal tiene el encargo de plantear mejoras para la Feria del año que viene. Las reivindicaciones de los caseteros son de sobra sabidas: urbanización del recinto ferial, que lleva dos décadas sindo provisional, instalaciones permanentes, mejoras en materia de sombra. Detrás de todo ello está el debate sobre el modelo de Feria , y lo que parece claro es que uno de los asuntos más polémicos y que más debate generan en torno a la Feria, el del botellón , no va a tocarse. González afirma que es imposible evitar que se produzca y que el Ayuntamiento debe poner medios para que se celebre con seguridad y sin ocasionar molestias. A los participantes en la concentración masiva de jóvenes les corresponde mantener un comportamiento cívico que, afirma, también debe seguir potenciándose para no seguir viendo año tras año el Balcón del Guadalquivir repleto de basura.