PRETÉRITO IMPERFECTO
«Operación Tieso»
El equilibrio de los trapos sucios y las componendas presumía ser el armisticio tácito para encubrir los regates al cordobesismo
La bola de nieve ha terminado aplastando a Jesús León , el presunto dueño del Córdoba CF y presidente, quien ha arrastrado a la entidad blanquiverde bajo esa fuerza gravitatoria que se crece en las pendientes más inclinadas. Cuando no hay más dirección que el abismo. Nada será igual para todos desde ayer, cuando los coches blanquiverdes de la Guardia Civil custodiaban el estadio municipal Nuevo Arcángel -por cierto, aún cedido de forma precaria por el Ayuntamiento para que luego acabe siendo pasto de presuntas corruptelas- y registraban las dependencias del club en busca de pruebas delictivas sobre apropiación indebida , administración desleal , blanqueo de capitales y corrupción . Póker de irregularidades. Ayer hubo partido, pero con otro tipo de árbitros. El autodenominado «tieso de Montoro» quiso replicar el negocio perfecto aprendido en las mejores escuelas del nuevo fútbol: comprar un equipo de fútbol con poco o ningún recurso y obtener la máxima rentabilidad a costa de prácticas de dudosa legalidad y el patrimonio económico y sentimental de los mismos. La reciente hecatombe blanquiverde se resume en ello, pero en esta ocasión parece que cogieron con las manos en la masa al menos dotado para la «gestión» de guante blanco. Pensó que como a Carlos González le había salido la jugada redonda, él podría multiplicar orondos beneficios a poco que su gesto fuera menos ufano y chulesco. Subestimó a Oliver , el Moriarty del balompié contemporáneo. Escogió, en definitiva, a los peores socios para la aventura, creyéndose más listo que ellos y acabó desnudo de razones y acorralado en un callejón sin salida de deudas para pagar deudas y mentiras para tapar mentiras con la connivencia de algunos y la miopía de muchos. Los jugadores tenían un pálpito el día anterior -«No hay solución en el horizonte»- sin caer en la tentación de pensar que aún era más negro lo que estaba por venir desde la Cuesta del Espino a la mañana siguiente. Al empresario meteórico y al calculador ingeniero ni siquiera le ha valido el maquillaje mediático, superado por la crónica de una muerte anunciada que en ABC empezó a escribirse, a solas, como tantas veces, desde hace muchos meses ante la evidencia de los hechos y los datos.
La que ya podemos denominar «Operación Tieso» puede ser la punta del iceberg, porque si la Justicia se afanara en investigar en profundidad las cuentas y tejemanejes del Córdoba CF en la última década, podríamos estar ante las trazas de un enorme escándalo que dilapida 65 años de historia de un club en permanente crisis al que muy pocos -con la honrosa excepción de la afición de siempre- han querido de verdad, con honestidad. Y era ahí, precisamente a lo que León se agarraba para confiar en que la bola de nieve nunca se desprendería. Perro no muerde a perro, pero en esta ocasión había canes con los colmillos más retorcidos en los momentos en que la pelea es a tumba abierta. El equilibrio de los trapos sucios y las componendas presumía ser el armisticio tácito para encubrir los auténticos regates al cordobesismo. No nos hagamos daño..., hasta que uno demuestra que puede ser más fuerte que el otro en mitad del fango más denso.
Está por ver cómo acaba este epílogo del Córdoba CF que empezó a escribirse ayer. El señor León tendrá que defenderse y demostrar su inocencia. Los investigadores, verificar los delitos. Y a Su Señoría, impartir Justicia. Y puede que la primera de esas decisiones pudiera acudir al rescate de un moribundo que hoy, más que nunca, necesita de verdad a los que jamás le han fallado.
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