LA CLAVE

Oltra recurre al 3-5-2 para volver a ganar

El técnico del Córdoba, motivado por las bajas y los malos resultados, cambia su dibujo táctico aunque no su estilo de juego

José Luis Oltra sigue desde la banda las evoluciones de sus jugadores ABC

J. M. D.

Llegó el momento de asumir riesgos. La posición del Córdoba en la zona de play-off corría por primera vez en media temporada serio peligro después de una larga racha de resultados negativos. Y, además, tenía José Luis Oltra que cubrir bajas importantes en el centro del campo. Tocaba cambiar.

Quizá barajó el entrenador durante la semana la posibilidad de dar un par de retoques a su once tipo -cada vez menos claro-. Aunque finalmente decidió apostar fuerte: cambio de sistema. Optó por un giro radical en teoría: tres defensas en vez de cuatro , dos carrileros ofensivos y un mediapunta con libertad de movimientos.

También cambiaban los nombres. Carlos Caballero fue el encargado de ocupar esa posición de enganche por detrás de la dupla Xisco-Florin. El madrileño salió así de un ostracismo al que parecía haberle condenado Oltra, que también se decantó por Abel Moreno en detrimento de Domingo Cisma para ocupar la banda izquierda.

El nuevo dibujo ganó su particular partido. Llegó 0-1 al descanso y, tras el cambio de Fidel por Xisco, se transformó en un 4-5-1. ¿Pero qué había cambiado realmente en el Córdoba? Con sólo tres defensas, la formación se presuponía ofensiva . Sin embargo, el Córdoba apenas tuvo el balón en posiciones de ataque.

Las modificaciones se revelaron superficiales. Los nuevos nombres no fueron capaces de romper con un estilo vacío, carente de más recursos que la insistente búsqueda de Florin Andone . El equipo, acostumbrado a que el rumano saque petróleo de cualquier balonazo, continuó enfrascado en el juego directo, obviando un centro del campo en el que, al fin, había un organizador, Caballero.

Eso sí, el vallecano, dispuesto a conectar de una forma más fina a los delanteros con el resto del equipo, no ocupó la demarcación de creador que posiblemente podía haber acabado con el pelotazo. En un esquema de juego, son normalmente los hombres que juegan por delante de la defensa los que imprimen su sello a un equipo . Y en el Córdoba, contra el Bilbao Athletic, fueron Luso y Eddy los que convirtieron el 3-5-2 en un sistema con más músculo que fútbol.

Al final, no fueron necesarias más florituras. El equipo blanquiverde ganó, que era de lo que se trataba. También ganó un Mundial (2002) la Selección Brasileña con Kleberson y Gilberto Silva por delante de una línea de tres defensas, en un esquema similar sobre el papel al presentado por Oltra en San Mamés. Eso sí, en aquel equipo, poco importaba lo que sucediese detrás. Arriba se bastaban Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo... El tiempo dirá si el Córdoba tiene, en comparación con sus rivales de Segunda, un potencial similar, que le permita terminar arriba sin más aportación ofensiva que la de sus estrellas.

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