Apuntes al margen
Ese olor a cortijo
Se veía venir que la gestión del correo de Manuel Torrejimeno tendría un efecto «boomerang»
Vayan por delante algunas cuestiones previas. El que firma cree que las comisiones de investigación no sirven para gran cosa, que son una forma estupenda de malgastar el dinero del contribuyente. Segunda: el concejal de Deportes y presidente del instituto correspondiente, Manuel Torrejimeno , tenía y tiene la potestad plena de sustituir a los altos cargos de libre designación si su gestión no le satisface. Tercero: nada de lo que aparece en el correo electrónico que aquí le adelantamos en su día, amenazando con la puerta, es para correrlo a gorrazos ni para colocarle grilletes. Si acaso, para que se ofrezcan las explicaciones pertinentes en el foro que corresponda.
La cuestión es que ha pasado lo que parecía que iba a pasar desde primera hora. El grupo municipal de Ciudadanos eludió una comisión de investigación con dos querellas del edil contra su exgerente, María Luisa Gómez Calero . La finta, el regate corto, Sobre la de injurias no hay pronunciamiento. Como adelantó Pilar García-Baquero en ABC , la de revelación de secretos (que es un delito recogido en el Código Penal) ha sido archivada en tiempo récord . Ya se estimaron en su día las probables razones: no se ha acreditado que la exgerente fuese la fuente (al concejal Torrejimeno le faltó poner en copia oculta a alguna peña cordobesista) y nada de lo que aparecía en aquel mensaje un tanto borde podía considerarse un secreto. No había datos confidenciales, historias personales o movimientos de tropas en la frontera ruso-lituana. Todo versaba sobre gestión de dineros públicos sometida al escrutinio ciudadano. Ese correo era suyo, querido lector. Lo ha pagado. Tiene todo el derecho a saber lo que pone.
No se sabe asesorado por quién (aventuro que algún militante de otro partido), Ciudadanos optó por la salida más comprometida. Judicializar el asunto con el riesgo de que un tercero, togado, preguntase que dónde van estas criaturitas de Dios. Presentar una querella (a ver si aprendemos de una vez que las demandas nunca son penales) implica acusar a alguien de la comisión de un delito castigado con multa o cárcel, con restricciones sobre su patrimonio o su libertad. Si eso se hace desde una situación de poder, en este caso el gobierno de la ciudad, genera un tufo generoso de ida de olla. El archivo de la causa es un guantazo. El «boomerang» ha vuelto, como suele, y ha dejado la brecha abierta. Cinco puntos de sutura mínimo. Como el partido cuenta con buenos juristas entre sus filas les pueden indicar que hay pocas opciones de que un recurso contra el archivo prospere. Las hay pero contadas.
Judicializar las diferencias del Imdeco para salir del paso no fue una aportación afortunada
Este caso tiene una particularidad curiosa. La exgerente del IMD -miembro de una lista y posible cargo electo a lo largo del mandato municipal- ha sido separada de militancia, expulsada del partido , hasta cuando se ha constatado que no había hechos punibles. Cs ha tenido tiempo para maniobrar teniendo en cuenta que el sobreseimiento de las actuaciones tiene fecha de finales de septiembre.
Quien llegó a la política exhibiendo el mensaje de que venía a renovarla no debería actuar con los viejos modales del ordeno y mando . En cualquier organización partidista tradicional, esto mismo generaría, con razón, acusaciones ciertas de política genital. De exceso de testosterona llevada al aparato, valga la redundancia. Ciudadanos sostiene en ocasiones que sus cargos son ciudadanos, en minúscula. Que de esto no saben y que eso les lleva a cometer errores no forzados. Como son personas inteligentes, tendrían que saber identificar ese cierto olor a cortijo.
Noticias relacionadas
