Turismo
Objetivo Santiago: cordobeses en el Camino en tiempos de coronavirus
El número de peregrinos comienza a aumentar en el Año Xacobeo tras el descenso del año pasado
El Camino de Santiago está considerado como uno de los factores de cohesión claves en la historia de la Europa contemporánea. Tal es así que el escritor alemán Johann Wolfgang Goethe , autor de «Fausto», afirmaba que el Viejo Continente nació «de la Peregrinación». Su origen se remonta al siglo VIII y IX , cuando por la cristiandad se extendió que los restos del apóstol Santiago se encontraban en Compostela, lo que dio pie de forma paulatina a que miles de personas recorriesen primero la Península y luego Europa entera en peregrinación hasta la ciudad gallega y en busca de la intercesión del apóstol.
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Pese a ese lejano origen, desde la segunda mitad del siglo XX el Camino vive años de éxito global y sin precedentes, hasta el punto de que en 2019, justo antes de iniciarse la pandemia de coronavirus, se batió el récord de peregrinos rozando los 350.000. No quita eso que esta peregrinación histórica cristiana haya tenido diversas crisis a lo largo de los siglos, primero con el cisma del que surgió el protestantismo y siglos después con el proceso de secularización nacido de la Revolución Francesa y que en España acabaría plasmándose en las sucesivas desamortizaciones del XIX, que supusieron un duro golpe para la estructuras religiosas que jalonaban el Camino.
Limitación
A esos momentos se le puede añadir también el año 2020, cuando el Covid-19 y las limitaciones sanitarias -confinamientos y cierres perimetrales continuados- dieron lugar a que el Camino se quedase vacío por completo durante meses en sus diversas rutas.
Eso lo certifica la estadística, ya que el número de personas que hicieron el itinerario se redujo el año pasado en un 85% , con meses en los que no hubo viajero alguno como abril y mayo, cuando España al completo estaba bajo el Estado de Alarma.
El año 2021, que es Año Xacobeo , se esperaba con ganas desde hacía tiempo, pero también comenzó con incertidumbre por el problema sanitario, que aún se mantiene en este mes de agosto a pesar del avance de la vacunación. El Camino se ha ido animando sin embargo y, sin llegar a las cifras precovid, los peregrinos vuelven a él.
Lo atestiguan las cifras oficiales, con más de mil viajeros diarios durante el recién concluido mes de julio, y también las sensaciones de los responsables de la Asociación de Amigos del Camino Mozárabe de Córdoba. Isidoro Rodríguez , presidente de este colectivo, que emite las credenciales del peregrino en la ciudad, explica por ejemplo que durante los meses de mayo, junio y julio las solicitudes de cordobeses interesados en hacer alguno de los caminos han ascendido a 700, una cifra inferior en torno a un 30% a lo habitual pero aún así radicalmente superior a la registrada en 2020.
«Este año 2021 estaba previsto que fuese un año de boom , pero el Camino no es ajeno a la sociedad y lo que se vivió fue una involución, un parón que aún se nota», explica. Reconoce sin embargo que ahora mismo, en los meses estivales , el chorreo de peregrinos es diario incluso en el Camino Mozárabe , que es el que llevaba a los cristianos de Al Ándalus a Compostela y que cruza buena parte de la provincia. «La mayor parte de los peregrinos están eligiendo distancias más cortas en la situación en la que estamos, generalmente por los Caminos del Norte», matiza Rodríguez.
Los cordobeses que se suman al Camino en este 2021 son por ello diversos en tipología y motivaciones , pero a todos ellos les une la valentía de empezar a caminar o rodar en circunstancias complejas, pues como explica Isidoro Rodríguez hay muchos albergues cerrados por los ayuntamientos y las pernoctaciones no son tarea a menudo fácil. Ejemplo de ese arrojo en tiempos inciertos en el que demostraron a finales de primavera, en mayo, seis agentes de la Policía Local de Córdoba : Óscar Gómez, Joaquín Hidalgo, José María López, Francisco Moreno, Idelfonso Muñoz y José Tena. Todos ellos, según explica Gómez, son de la promoción del año 90 y decidieron emprender esta iniciativa que había surgido de Joaquín Hidalgo.
Tras poner un bote de 50 euros desde el mes de octubre para poder afrontar los gastos, arrancaron desde Tui y llegaron a Santiago, por el Camino Francés, tras recorrer más de cien kilómetros en seis jornadas, las que les permitía el trabajo para coincidir todos en esta aventura. Gómez habla con cariño de esta experiencia y reconoce que el haber ido tan pronto en el calendario les permitió evitar las aglomeraciones propias del verano y las incomodidades de las medidas del covid, aunque todos ellos iban vacunados y siguieron las normas establecidas en el Camino de Santiago.
La fe cordobesa
También por la zona Norte de España han estado haciendo un trayecto del Camino hasta hace unos días un grupo de cordobeses de la Parroquia de la Trinidad, en el que se incluye el propio párroco, José Juan Jiménez Güeto. Según explica el religioso, la idea del grupo es hacer durante varios años , y aprovechando lo que permiten los periodos vacacionales, el Camino Francés, que en este año han completado desde San Juan de Pie de Puerto hasta la ciudad de Logroño.
Según Jiménez Güeto, el camino es una enseñanza sobre la propia vida «con sus pendientes y bajadas, con los problemas que nos plantea cada día», algo que este grupo ha vivido «con una profunda fe» y un horario cotidiano en el que se incluían « la oración de la mañana a la luz del Evangelio , los momentos de silencio y reflexión, el rezo del rosario y la asistencia a la eucaristía», todo ello dedicado a las muchas peticiones que les llegaban a través de las redes sociales. También momentos de relax, amistad y compañerismo en los almuerzos y de descanso para reponer fuerzas, algo fundamental para afrontar el Camino y las etapas de más de 20 kilómetros a pie en personas que en ocasiones no están acostumbradas a estas exigencias físicas en una vida cotidiana menos agitada.
Jiménez Güeto, que estuvo en el Camino de Santiago en 2020 y que ha escrito un blog diario sobre sus experiencias , explica que «este año se observa una gran diferencia, con bastante normalidad y afluencia estimable de alemanes, italianos o franceses». También le ha sorprendido al sacerdote la presencia de familias con niños pequeños, algo que no había visto con frecuencia en otras ocasiones. Jiménez señala por último que los albergues algunos días se están quedando sin sitio , algo que demuestra el regreso de los peregrinos, más si se tiene en cuenta que este grupo ha realizado un trayecto alejado aún de Santiago y de las zonas más transitadas de una de las grandes vías de comunicación históricas de los europeos.
De la Costa del Sol hasta el Apóstol
Experiencia muy distinta es la que está viviendo por último el pozoalbense David Molina, residente en la Costa del Sol y que se ha lanzado hace apenas unos días a hacer el Camino de Santiago en solitario desde Málaga hasta Compostela. Lo está haciendo en bicicleta , una de sus pasiones, y desde tierras extremeñas, por las que transita este fin de semana en busca de la Ruta de la Plata, explica que eligió esta opción después de barajar la posibilidad de empezar desde Roncesvalles el Camino Francés. «Trasladar la bici era un gasto y es complejo, por lo que al final decidí salir desde el lugar en el que vivo », explica Molina, que siguió la máxima de que el Camino de Santiago empieza en la puerta de tu casa.
Para Molina ha resultado también especial poder visitar durante su paso por la Ruta Mozárabe su tierra natal, la comarca de Los Pedroches, y reconoce que la aventura le está permitiendo ser consciente del paisaje y el territorio de un modo más profundo del habitual.
Aunque se está encontrando problemas para pernoctar, pues muchos albergues municipales están aún cerrado s, señala que ha podido ver a algún otro peregrino por el Camino Mozárabe, aunque la mayor parte del trayecto la hace por parajes solitarios. «Estoy contento y la clave de la bicicleta es descansar e irte alimentando», explica este ‘biciperegrino’ al que aún le queda un buen trecho para llegar al Obradoiro y que cuenta a sus amistades sus avances en su cuenta de Instagram.
Todos ellos, cada cual con sus particularidades y motivaciones, conforman esa hornada de peregrinos de este año 2021, los cuales, con mascarilla y distancia de seguridad cuando no queda otra, están volviendo a echarse al Camino con la ilusión de llegar ante el Apóstol.
Mantienen así viva una tradición que en su día vertebraba Europa y que aún hoy sigue siendo un lugar de interrelación y convivencia de personas con nacionalidades distintas. Un símbolo de que, como decía Machado en uno de sus más famosos versos, el camino no existe, sino que se hace al andar.
En este caso su gran secreto es que convierte en mágico, en trascendente, algo tan sencillo, cotidiano y prosaico como es caminar. En un hecho universal: más que llegar, lo importante y lo enriquecedor es lo que pasa mientras que se llega . Las enseñanzas que se extraen de poner un pie delante de otro. Incluso, o aún más, en tiempos de coronavirus, dudas y humana fragilidad.