Hornachuelos
El nuevo Plan de Gestión de Residuos Radioactivos confirma la ampliación del Cabril sin fecha de cierre
El Gobierno abre a información pública el texto que recoge la «necesidad» de generar nuevas celdas hasta 2028 en dos fases
Enresa mantiene «milimétricamente» sus previsiones para su instalaciones en Córdoba, El Cabril
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha iniciado el procedimiento de información pública de la propuesta de Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) y de su Estudio Ambiental Estratégico, según publica hoy el BOE. Es la primera vez que se somete a una evaluación ambiental estratégica este tipo de planes, que establecen la hoja de ruta para gestionar los residuos radiactivos y el desmantelamiento de las centrales nucleares de España.
El periodo de propuestas acabará el próximo 16 de junio y Transición señala que la decisión que finalmente se adopte requiere «necesariamente de un alto grado de consenso social, político e institucional, además de una buena valoración técnica y un marco de participación pública». En este Plan General figura el futuro del centro de almacenamiento de El Cabril , a quien no se le atribuye una fecha de cierre, aunque sí se explica cómo se debería adoptar esa decisión.
Lo más llamativo del nuevo Plan General de Residuos Radioactivos en este sentido es que se prevé la continuidad de la operación de almacenamiento de residuos de baja y media actividad y de muy ba actividad en El Cabril hasta «completar el desmantelamiento de las centrales» nucleares de España. Según se indica en el mismo texto, al que ha tenido acceso ABC, el último cese de explotación acordado en 2019 entre Enresa y los propietarios, es el de la central nuclear de Trillo, para mayo de 2035.
Son siete centrales nucleares las que hay y las mismas las que comenzarán a partir de 2027 un proceso de cierre y desmantelamiento que llegaría hasta ese año 2035. Son las de Almaraz I y II, Ascó, Cofrentes, Ascó II, Vandellós II y la citada Trillo .
El documento que se somete ahora a información pública constata lo ya publicado por ABC respecto a la ampliación del Cabril, en la que, por otro lado, se viene ya trabajando con licitación de obras y tramitación de los correspondientes permisos.
Según el Plan General, «el análisis de la capacidad de las 28 celdas de residuos de baja y media actividad (RBMA) actualmente existente concluye en la necesidad de disponer de nuevas celdas en 2028 para no afectar a la planificación de operación y desmantelamiento de las centrales nucleares y poder continuar con el normal almacenamiento de estos residuos», reza el texto.
Así, y según recoge el PGRR, la construcción de las nuevas celdas se acometerá por fases. La primera será de 12 nuevas celdas y con posterioridad, celdas adicionales (en principio otras 15) que se irán construyendo conforme se vayan necesitando, «acorde al desarrollo de los desmantelamientos de las centrales nucleares». Estos trabajos podrían arrancar en 2024. El Gobierno insiste también en seguir minimizando la generación de residuos y su volumen para optimizar la ocupación de las celdas en el almacén de la provincia de Córdoba.
Sobre los residuos de muy baja actividad , el proyecto del séptimo plan recoge que es suficiente la capacidad existente en El Cabril con las cuatro celdas autorizadas . En estos momentos está en explotaciñon la celda 29 y la 30, las dos nuevas que se han puesto en marcha en octubre de 2008 y julio de 2016, respectivamente. «Según se vaya requiriendo, está prevista la construcción para los mismos fines de la sección 2 de la celda 20 y de las otras dos celdas autorizadas, la 31 y 32 », indica el documento.
El plan que se somete ahora a información pública incluye la continuidad de las actuaciones para ampliar la capacidad de los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) para el combustible gastado en las centrales nucleares, que permitan su explotación y su desmantelamiento. Sigue también abierta la posibilidad de la puesta en marcha de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para el combustible gastado y los residuos de alta actividad o, alternativamente, de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en los emplazamientos de las centrales nucleares.
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