CULTURA

El nuevo cine de Córdoba: Una revolución con profundo acento local

Nuevos creadores y productoras suman éxitos, con la decisión firme de que la ciudad sea escenario de sus obras

Rodaje del videoclip del rapera Blake ABC

Félix Ruiz Cardador

No es ruidosa aún, pero existe y gana espacios. Y quizá hablar de revolución sea exagerar un poco, pero que algo ocurre en la ciudad resulta indiscutible. El cine cordobés se mueve y va dejando de ser ese espacio de francotiradores en el exilio interior o exterior que parecía en las últimas décadas. Protagonizan este movimiento un grupo de jóvenes y no tan jóvenes muy vocacionales, pero ajenos a la visión romántica que tan común ha sido en este campo cultural.

Ellos hablan con soltura de términos como financiación, distribución o industria y, de hecho, han constituido productoras que poco a poco, y apoyadas en las facilidades que permiten las nuevas tecnologías, se abren camino, convencidos de que no hay razón para salir de Córdoba si se quiere intentar la aventura cinematográfica. Motivos para la esperanza hay. Por ejemplo, que el corto de terror «Familia», de Iván Molina , acumula más de 40 selecciones en festivales internacionales. O que la plataforma Amazon Prime está exhibiendo en todo el mundo el primer largo de Álex Sereno , el drama intimista «Siempre es otoño». También el director Chico Sánchez negocia estos días la emisión en Amazon y Filmin de su película «Godot» mientras J uan Antonio Chavero , a sus 24 años, ha estrenado su primer largo, «La sombra» , relata una pandemia zombi y está ambientado en la ciudad. Personaje fundamental en todo este movimiento es Chico Sánchez, que aparte de cineasta ejerce como profesor de Secundaria y promueve Actúa Córdoba , una empresa formativa en la que más de 200 personas estudian materias relacionadas con el cine y el teatro.

Sánchez, que anteriormente estuvo en la desaparecida Escuela de Cine, ha sido profesor de muchos de los jóvenes que ahora despuntan. Conoce la situación. «El cine cordobés está resurgiendo, o quizá sea mejor decir que está surgiendo», explica. Aún así, reconoce que es un movimiento «incipiente y se trabaja con medios escasos». En sus alumnos intenta inculcar la idea de que el cine es una industria, de que no se puede observar sólo como una disciplina artística sino como un sector empresarial en el que se trabaja en equipo. Del sevillano Alberto Rodríguez , el director de «La isla mínima», dice que es «un ejemplo a seguir, pues lo que él ha conseguido en Sevilla es algo que se puede lograr en Córdoba». Sánchez explica que quizá «tengamos aquí un nuevo Spielberg jugando en su casa y estamos obligados a crear el caldo de cultivo necesario para que ese talento se pueda desarrollar».

Las Administraciones

Uno de los nombres que más suenan es el de Iván Molina , alumno en su día de Chico Sánchez. Es autor del corto multipremiado «Familia» y socio de la empresa Cinemawings , con sede en Córdoba. Completan esta productora Alberto Armas, Rafael Armada y Martín Jemes . Molina comenta que ese cortometraje lo filmó con un presupuesto de 150 euros y avanza que la productora ya trabaja en un nuevo proyecto más ambicioso, el largometraje de terror «Slasher», para el que buscan inversores y que piensan rodar íntegramente en Córdoba, que «tiene escenarios inigualables pero con mucho por hacer».

«Nos gustaría que las Administraciones sepan al menos que existimos, que analicen los proyectos para ayudar en la financiación o que nos faciliten los rodajes. A menudo avanza todo demasiado lento», lamenta. En cualquier caso, piensa que «hay una oportunidad de poder desarrollarnos aquí. Lo vamos a intentar».De forma similar piensan los miembros de otra productora que hasta en su mismo nombre lleva un elemento muy cordobés, Salmorejo Producciones.

Detrás de ella están otros cuatro jóvenes, Carlos Urban y Esteban Díaz , que se encargan de la parte artística, y Juan Jesús Granja y María José Martínez , responsables de la producción. Con experiencia en la organización de festivales fuera de Córdoba, decidieron unirse hace un par de años para crear uno en la ciudad, pero al final eso quedó en segundo plano.

Hoy se dedican de lleno a la producción audiovisual. Díaz, que ya de niño rodaba cortos con su padre y que se dio a conocer con la web serie «Perros verdes», cuenta en su historial con la comedia «Makoki: un amor de muerte», mientras que Salmorejo ha creado el último videoclip del rapero salmantino «Blake».

Rodaje de «Violeta y los días grises» de Álex Sereno ABC

También han triunfado en la cuarentena con su corto de cine exprés «Pares», que suma premios en festivales como el DH Rueda o el Shorty Week Film Festival de Cádiz y que será el embrión de algo mayor. Ahora, explica Urban, tienen varios proyectos de ficción sobre la mesa y también propuestas de músicos de fama nacional. Díaz añade que hoy, con móviles que graban en 4K, «cualquiera puede contar una historia», pero pide también una mayor actividad de la Córdoba Film Office, una demanda que se repite junto a la necesidad de que la Filmoteca de Andalucía juegue un papel más importante.Para completar el panorama se puede hablar de otros directores como Juan Antonio Chavero o Álex Sereno.

El primero es autor de «La sombra», filme que rodó con apenas 1.500 euros. También de documentales como el que dedicó al pintor Juan Cantabrana o el que ahora prepara con el cantautor italiano afincado en Córdoba Mike Sun. Chavero explica que «aquí hay mucha gente haciendo cosas interesantes» pero, lamenta, «somos más reconocidos fuera». Aún así, cree que lo que toca no es lamentarse, sino «un cambio general» porque «tenemos que ser valientes y hacer películas con los medios que tengamos, desarrollar nuestro arte. Al final la falta de medios, agudiza el ingenio y serán nuestras películas las que nos abran puertas».

Álex Sereno reconoce por su parte que, si hace un año le hubiesen explicado que su primer largo, «Siempre es otoño», iba a estar viéndose en todo el mundo por Amazon, no lo hubiese creído y avanza que ya tiene listo el segundo, «Violeta y los días grises», que quiere estrenar en salas cuando la situación sanitaria mejore. El cineasta también explica que Córdoba es una buena cantera de actores gracias a la Escuela de Arte Dramático , lo que les facilita el trabajo, y solicita a las instituciones que al menos faciliten los rodajes porque «preguntas una duda y ni saben qué responder».

Los testimonios de estos directores, y principalmente sus películas, fruto de la vocación en una ciudad con débil tradición cinematográfica , se unen para completar el panorama al trabajo de otros como Edgar Burgos, que también ha ganado premios y rodado videoclips para artistas como El Niño de Elche, y a productoras más veteranas como SabbiaFilms o Inania. También a movimientos como el de la Plataforma Cine y Audiovisual cordobés, que se presentó en 2019 y que está detrás de los encuentros Cinema 20 celebrados esta semana en Orive. No queda duda pues de que el cine cordobés se mueve, algo ocurre. Cosa distinta es que la ciudad se percate. Que perciba que hay por ahí un puñado de locos del séptimo arte obsesionados con rodar en su propia ciudad.

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