PETICIÓN
El nombre de la estación de Córdoba, cuestión de voluntad y dinero
Adif comunicó al anterior Ayuntamiento que debía pagar el cambio de señalética para que se llamase Luis de Góngora, pero el nuevo no ha avanzado
Voluntad política y dinero . Es lo que ahora mismo hace que la estación del AVE todavía no se llame Córdoba Luis de Góngora . A comienzos de febrero de 2011, el Pleno aprobó por unanimidad solicitar a Adif que la terminal llevase el nombre del autor de la «Fábula de Polifemo y Galatea», en un año en que además se cumplía el 450 aniversario de su nacimiento . Sin embargo, fuentes de la entidad pública aseguraron que la solicitud no llegó entonces, sino cuatro años más tarde , en agosto de 2014. Y lo hizo con otro acuerdo plenario, que era de junio de ese mismo año, ya con José Antonio Nieto como alcalde .
Las mismas fuentes precisaron que las conversaciones comenzaron entonces, y que la entidad administradora de las infraestructuras ferroviarias aclaró al Consistorio que estaba dispuesta, pero tenía que hacer frente a una serie de contrapartidas si quería conseguirlo . La principal era la económica. Para que la estación se llame Córdoba Luis de Góngora Adif había dicho al Ayuntamiento que tendría que hacerse cargo de costear la señalética y todos los cambios de rotulación que serían necesarios. Las fuentes no precisaron de qué cantidad se trataba, pero sí aseguraron que las conversaciones que se produjeron no condujeron al momento en que se asumiera definitivamente el cambio, que hubiera sido costoso.
A la espera
Fuentes del anterior Gobierno municipal precisaron que el equipo de José Antonio Nieto estaba dispuesto al cambio , pero que era un proceso que tendría que haber continuado el nuevo Ayuntamiento , ya con el impulso del cogobierno del PSOE con Izquierda Unida. Las mismas fuentes de Adif, sin embargo, precisaron que no se ha producido ninguna nueva reunión desde entonces . La situación está en «stand by» , según dijeron textualmente, y dependerá de que el nuevo Ayuntamiento quiera continuar con las negociaciones para un proceso que se inició precisamente gracias al impulso del grupo socialista hace más de un lustro y que no ha continuado.