LUNES FESTIVO
«No recomendaré a nadie venir a Córdoba»
Los turistas muestran su indignación ante la casi totalidad de museos y monumentos cerrados el 2 de mayo
¿Dónde están los profesionales que tienen que cuidar de la marca Córdoba , si es que le preocupa alguien? Una cosa es el cierre de los lunes, incluso aunque estén en puentes festivos, y otra que la ciudad pierda prestigio a chorros. Son poco más de las once de la mañana en la puerta del Alcázar de los Reyes Cristianos , y cuando se dice puerta no sólo es un acceso, sino también dos hojas de madera cerradas. Allí se queja con amargura Daniel , un ciudadano de origen rumano que trabaja y reside en Madrid, y que ha venido a Córdoba para el puente . La impresión que se ha llevado no era la mejor posible, y lo hace saber. «Hemos estado en Medina Azahara esta mañana, que está a siete kilómetros , y estaba cerrada. Y queríamos ver el Alcázar y ha pasado igual», dice, mientras habla de la factura del taxi que han tomado para llegar a la ciudad palatina de Abderramán III. Si en los días anteriores sólo fue un problema de los museos municipales, esta vez también se han sumado casi todos los que gestiona la Junta de Andalucía .
Su queja es amarga y promete que no quedará ahí, porque cuenta que el hotel ha sido caro y que ha gastado bastante dinero para pasar el puente en Córdoba y se encuentra muchos atractivos cerrados. «Cuando me pregunten en Madrid no le recomendaré a nadie venir a Córdoba », dice mientras comparte sus quejas con Ioana, su mujer, y su hija pequeña. En el rato que dura la conversación no pasan menos de veinte personas , y todas ellas se encuentran con el mismo panorama, y muchos de los excursionistas muestran su desagrado. «Pues vaya. ¿Cómo cierran en un puente festivo?», se pregunta un grupo de manchegos tras la visita a la Mezquita-Catedral, que muestra unas colas bastante largas a esas horas en el Patio de los Naranjos.
Repleta de turistas
En general era la excepción en una ciudad repleta de turistas de todos los acentos, que sólo pudieron acceder al interior de la Mezquita-Catedral, la Sinagoga y la pequeña capilla mudéjar de San Bartolomé. En la plaza del Potro se repitieron muchas escenas de decepción. «Venimos de Madrid, porque un compañero de la oficina, que es de Córdoba, nos había dicho que no dejáramos de ver el Museo Julio Romero de Torres , que valía la pena», dice una pareja, que pensaba que lo encontraría abierto al ser un lunes festivo. Pero imposible, igual que el Arqueológico y que el cercano Bellas Artes , estos en manos de la Junta. «En Madrid no pasa que el Museo del Prado cierre en ningún puente festivo, porque precisamente es cuando más gente puede visitarlo», rematan.
De los patios se hablaba en el Alcázar mientras Daniel y Ioana seguían contando a quien quisiera escucharles que además de la Mezquita se llevaban buena impresión de Córdoba por la comida y el Palacio de Viana . A su lado, una pareja bastante joven de Villafranca de Córdoba, que se había quedado con las mismas ganas de visitar el Alcázar, intentaba que la queja no terminara en un daño para la imagen de Córdoba. Por eso cuando repite que no volverá a Andalucía, y no dejan de pasar posibles visitantes que se encuentran con la puerta en las narices, le intentan calmar: «No diga eso, hombre», y le enseñan el camino del Alcázar Viejo , donde están los mejores patios, y hasta de la Calahorra y del Puente Romano, que el turista enfadado ya había visitado. Al menos que no se diga que no había nadie en la ciudad a quien no le interesara proteger un poco la marca Córdoba .